A tan solo unos días de la celebración de Halloween, la elección de los disfraces, la compra de los típicos dulces o los preparativos para la decoración son protagonistas en los hogares de medio mundo. Pero, ¿qué pasa con los menús con los que conmemoraremos tan tenebrosa noche? Más allá de unos manteles o servilletas con motivos demoníacos o de las tan traicionarles calabazas, podemos preparar sencillísimas recetas que pondrán una terrorífica “guinda” a nuestra fiesta de los muertos. 

Hoy os damos algunas ideas pero, con un poco de imaginación y con la ayuda de toda la familia, podéis preparar un divertido e imaginativo menú con el que sorprender a vuestros invitados.

Cementerio para dipear

La única ciencia de este dip cementerio de Halloween es la de diseñar, dibujar y cortar las lápidas y el árbol con los que dipearemos. 

Para el dip podemos utilizar guacamole, humus o cualquier otra salsa lo suficientemente consistente como para que pueda aguantar las lápidas y nuestro tenebroso árbol. Para elaborarlos solo tenemos que dibujarlos sobre unas tortilla de trigo y cortarlos con unas tijeras muy bien afiladas. Los disponemos en una bandeja de hornear y los colocamos en la parte media alta del horno durante 2-3 minutos a máxima temperatura. Deberemos vigilarlos para que no se quemen. Cuando estén dorados los extraemos y dejamos templar. Si contamos con pintura comestible podemos utilizarla para escribir sobre las lápidas algún mensaje o símbolo de Halloween, pero también nos puede servir un poco de ketchup o mostaza.

En un bol grande servimos el dip que hayamos elegido y sobre él colocamos nuestro árbol y nuestras lápidas.

Hummus de calabaza

Este hummus de calabaza es delicioso en cualquier época del año pero, si lo preparamos para Halloween, os aconsejamos que utilicéis la variedad etample o Halloween, que es más achatada y ancha. Así, una vez vaciada, podrá servir de recipiente a nuestro humus. 

Cortamos la calabaza para quedarnos solo con la mitad inferior. Retiramos las semillas y vaciamos con un sacabolas con mucho cuidado de no repelar en exceso y agujerearla.

Para el hummus necesitaremos 300 g de calabaza. Los colocamos en una bandeja de horno junto con dos dientes ajo pelados y rociamos con un poco de aceite de oliva. Asamos a 200 grados durante 20 minutos vigilando que no se queme o dore en exceso. 

Introducimos la calabaza asada, junto con lo ajos, en el robot de cocina, añadimos un buen chorro de aceite de oliva y sazonamos con las especias que más nos gusten y un poco de sal. Trituramos hasta obtener un puré homogéneo. 

Rellenamos la carcasa de calabaza con nuestro hummus. Si queréis que vuestra elaboración quede todavía más terrorífica podéis decorar la carcasa de la calabaza, pintándole o gravando con un cuchillo la boca, los ojos y la nariz. Y con un poco de tinta comestible, salsa de tomate o ketchup podemos añadir cicatrices o gotas de sangre.

Para dipear nuestro hummus pedéis utilizar nachos o verduras cortadas finitas o copiar la idea de las lápidas de la receta anterior.

Pizza fantasmagórica

Los fantasmas son unos de los personajes indispensables en todo Halloween que se precie. Por ello, no deberían faltar en nuestra mesa. Al tener una forma indeterminada es muy fácil plasmarlos en cualquier receta pero, por sus dimensiones, una pizza puede ser el soporte ideal.

Para esta elaboración puedes elegir tu receta de pizza favorita, pero una simple Margarita quedará perfecta. Eso sí, necesitaremos lonchas de queso o láminas de mozzarella y un poco de colorante negro.

Si tenemos un cortador de galletas con forma de fantasma la tarea será mucho más fácil pero si no, podemos recortar nuestras lonchas de queso o mozzarella con unas tijeras afiladas dándoles forma de fantasma. En Internet tienes infinidad de plantillas que te pueden servir pero, como no tienen que quedar perfectos, con tu imaginación y un poco de maña bastará.

Una vez convertido nuestro queso en formas fantasmagóricas las disponemos por encima de la pizza, cuando ésta esté ya casi hecha. Volvemos a introducir unos minutos para que se funda el queso y sacamos del horno. Dejamos que se temple un poco y pintamos los ojos con un pincel o palillo con el colorante negro o con un poco de tomate. También podríamos utilizar un rotulador de tinta comestible o trocitos de aceituna negra muy picaditos.

Dedos amputados

Esta sangrante receta expres para Halloween no puede ser más sencilla y rápida de hacer. Tanto que puede ser muy divertido implicar a los más pequeños en su elaboración. 

Solo tenemos que cocer nuestras salchichas de Frankfurt o hacerlas en la sartén. Dejamos que se templen y cortamos uno de los extremos de cada salchicha. El corte debe ser irregular y la longitud de las salchichas, una vez cortadas, debería ser diferente.

En la punta que no hemos crotado hacemos un pequeño corte en el que insertaremos la uña. También realizamos ligeros cortes a lo largo de la salchicha, que simularán las arrugas de los dedos. 

A modo de uña colocaremos media almendra tostada en el corte superior. Disponemos en un plato y decoramos con ketchup, simulando sangre. También podemos colocar en un cuenco salsa de tomate o ketchup, para que cada comensal moje sus “dedos” en el sangriento preparado.