Si en el menú de la cena de Nochebuena o la comida de Navidad las recetas tradicionales suelen ser las protagonistas, en la última cena del año podemos y casi deberíamos decir que debemos innovar. En esta noche, mucho más festiva y desenfadada, sería una buena idea optar por un menú de picoteo. Puedes encontrar mil y una recetas adaptadas a todos los gustos, pero nosotros te proponemos hoy cinco rectas super sencillas, asequibles y deliciosas, que seguro no desmerecerán en tan mágica velada.

1. Frutos secos versión Navidad

Podría parecer que los frutos secos no estarían a la altura de lo que se espera de una cena de Nochevieja, pero con esta recta descubrirás que pueden ser el compañero perfecto del vino o champagne del aperitivo. Es tan fácil como poner en una bandeja de horno 100 g de almendras, 100 g de avellanas, 100 g de anacardos, 100 g de cacahuetes y 50 g de semillas de calabaza.

Los regamos con tres cucharadas de aceite de oliva suave, añadimos dos ramitas de tomillo deshojadas, una cucharadita de cayena en polvo, dos cucharadas de miel, sal y pimienta negra molida al gusto. Mezclamos bien y los extendemos de modo que queden en una sola capa en la bandeja. Horneamos a 170 grados durante 15 o 20 minutos o hasta que estén dorados, moviéndolos de vez en cuando. Dejamos enfriar y servimos.

2. Tartaletas de champiñón

Ésta es una versión mucho más sana de las típicas tartaletas de aperitivo, pues estas tartaletas no necesitan tartaletas. O mejor dicho la tartaleta será el propio champiñón. Para elaborarlas solo tienes que lavar bien ocho champiñones (o los que vayas a necesitar según los comensales que seáis) y quitarles el pie. Nosotros te recomendamos que utilices los champiñones portobello pero también puedes utilizar otra variedad. Eso sí, que sean lo suficientemente grandes como para poder rellenarlos.

Reservamos los pies que hemos cortado y en un bol mezclamos 250 g de queso ricotta (deberás escurrirla bien en un colador para eliminar todo el suero), 30 g de nueces o piñones picados, 50 g de tomates secos rehidratados picados, cebollino picado, nuez moscada, sal y pimienta. Mezclamos bien hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y rellenamos nuestros champiñones con esta crema. 

Ponemos por encima un poco de queso parmesano o pecorino rallado y horneamos durante 10 minutos a 180 grados y otros 5  minutos con el grill hasta que estén bien gratinados. Dejamos templar y servimos.

3. Tartaletas de queso y cebolla

Esta receta podría parecer demasiado simple para tan gran ocasión pero si la pruebas comprobarás que resultan exquisitas. Además, se trata de una receta de aprovechamiento pues vamos a utilizar los rabos de champiñón que guardamos en la receta anterior. Puedes hacer tú mismo las tartaletas pero, si no tienes demasiado tiempo, puedes optar por comprarlas ya hechas.

En el mercado podemos encontrar algunas que están realmente acertadas. Para el relleno, rehogaremos un diente de ajo picado muy fino con cuatro cebollas cortadas en juliana fina. Nosotros te recomendamos que utilices la cebolla roja porque dará a las tartaletas mayor dulzor y contraste con el queso. Cocinaremos a fuego suave para que se ablanden pero no se quemen. Cuando ya estén blanditos añadiremos los pies de los champiñones bien cortados. Dejamos cocinar un par de minutos más y retiramos del fuego. 

Disponemos nuestras tartaletas en una fuente de horno y rellenamos con la cebolla. Por encima colocamos un queso potente, como el pecorino, el parmesano o un queso de cabra desmigado. Horneamos a 200 grados durante 15 o 20 minutos, hasta que las tartaletas estén doradas. Dejamos templar y ¡a disfrutar!

4. Albondiguillas de Navidad

En esta receta vamos a versionear las tradicionales albóndigas para convertirlas en una delicatessen digna de los paladares más exquisitos. La combinación de ingredientes (ternera y anchoas) puede parecer, cuando menos, original pero el resultado es delicioso. 

Para elaborarlas mezclaremos 500 g de carne de ternera picada con 60 g de pan blanco remojado en 100 ml de leche, cuatro filetes de anchoa, una cebolla picada, perejil, sal y pimienta. Mezclamos bien y formamos bolitas, un poco más pequeñas que cuando haces las habituales albóndigas. Ten en cuenta que al ser un aperitivo deben tener el tamaño perfecto para poder comérnoslas de un solo bocado. 

Una vez formadas, cocinaremos nuestras albondiguillas con 750 ml de caldo de carne, una hoja de laurel y dos granos de pimienta, durante 10 minutos. Retiramos y reservamos el caldo colado.  En una sartén preparamos un roux con dos cucharadas de mantequilla y una de harina. Añadimos el caldo y mezclamos continuamente hasta que emulsione.

Llevamos a ebullición y añadimos seis cucharadas de nata, una o dos de zumo de limón, sal y pimienta negra recién molida. Bajamos el fuego, introducimos las albóndigas en la salsa y añadimos tres cucharadas de alcaparras. Dejamos que se cocinen un poco más y tendrás listo este delicioso entrante.  Si quieres que quede más “vestido” puedes colocar cada albóndiga en una cucharita de aperitivo y regarla con un poco de la salsa de cocinado.

5. Tartares

La principal cualidad de este entrante es que es tan sencillo, como delicioso y versátil, pues según los ingredientes que elijamos podemos encontrar un tartar al gusto de cada uno de tus comensales. Nosotros te recomendamos que, en esta ocasión, prepares versiones diferentes. Puedes optar por el clásico steak tartar, con carne, yema, mostaza y sus tradicionales ingredientes.

Hacer uno de salmón y aguacate, con cebolla picada y aliñado con soja y comino o innovar con un tartar de remolacha y queso azul. Si piensas servir el tartar en tartaletas, volovanes o conitos hazlo justo antes de comerlos, para que la masa no se humedezca y quede blanda.