Con el otoño llega una de las fiestas populares más importantes del mundo, la Oktoberfest. La fiesta de la cerveza que cada año congrega en Múnich a más de seis millones de visitantes que, edición tras edición, baten récords de consumo de cerveza. Hasta siete millones de litros se han llegado a consumir, dejando en la ciudad alemana la nada despreciable cifra de 840 millones de euros en apenas dos semanas.

Esta fiesta tiene su origen hace más de 200 años, en la celebración del matrimonio del príncipe heredero Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia y Hildburghaysen, el 12 de octubre de 1810. Un miembro de la Guardia Nacional bávara sugirió festejar la boda con una carrera de caballos en los campos que se extendían frente a la ciudad, los llamados Theresienwiese (prado de Teresa) en los que hoy alberga la Oktoberfest. El éxito fue tal que desde ese día no ha parado de crecer, traspasando fronteras y convirtiéndose en la multitudinaria fiesta que en octubre se celebra en centenares de ciudades de todo el mundo.

Desde su creación la Oktoberfest no ha dejado de celebrarse, a excepción de los periodos de guerra o causas mayores, algo que solo ha ocurrido en 24 ocasiones en estos 209 años. La fiesta da comienzo tras la llegada de los productores de cerveza escoltados por los carros de caballos que cargan miles de barriles de cerveza. El alcalde de Múnich abre el primer barril y comienza un tradicional desfile de trajes tradicionales que abre la veda a la degustación de litros y litros de cerveza, de los platos de la mejor tradición culinaria bávara y a la diversión sin fin en las carpas que cubren todo el Wiesn (abreviatura de Theresienwiese o prado de Teresa).

Cerveza y las más deliciosas recetas tradicionales alemanas

Por tanto, si quieres disfrutar al máximo de la verdadera atmósfera de la Oktoberfest deberás resignarte a ganar algún gramo de más y dejar la dieta a un lado para degustar las deliciosas recetas preparadas con pernil, carne de pollo o de buey, anticuchos de pescado, rábano picante, la Obazda (crema de queso), los spatzle y como no, las papas alemanas. Pero, sin duda, la reina de esta fiesta es la cerveza. En la Wiesn se sirve solo aquella que cumple el edicto de pureza “Reinheitsgebot”, que ordeno en 1516 el duque de Baviera Clemente IV.

La Oktoberfest cuenta además con numerosas atracciones de feria, escenarios con espectáculos y conciertos que van desde la polka hasta la música más comercial y con un espectacular ambiente festivo que la hace inolvidable para todo aquel que ha tenido el privilegio de disfrutarla aunque sea una sola vez en la vida.

Es por ello que este evento ha ido ganando popularidad y dimensión, traspasando fronteras y convirtiéndose en una manifestación del orgullo de los productos y tradiciones alemanas, exportado e imitado en países tan dispares como Brasil, Argentina, Chile o Venezuela y por supuesto, en la gran mayoría de las capitales europeas. En los últimos años también se ha celebrado en Valencia, Alicante y la más tradicional, en Calpe. Así que, si tienes la oportunidad, ya sea en Múnich o en cualquier ciudad, no dejes de conocer la Oktoberfest. La cerveza, la gastronomía y las tradiciones alemanas te sorprenderán.