Las salchichas alemanas son uno de los productos estrella de la tradicional gastronomía germana, pero lo cierto es que fuera de Alemania encontramos poca variación en sus recetas y escaso mimo en su elaboración. Cierto es que su preparación suele ser sencillísima pero hoy te vamos a dar algunas pistas que te ayudarán a realzar su sabor y presentación.

Elige la salchicha adecuada

En el mercado contamos con muchos tipos de salchichas alemanas que nos ofrecen distintos, sabores, aromas, texturas y tamaños. Desde la Frankfurt, pasando por la Bavaria, la Viena, la Bratwurst o la Franconia todas son exquisitas pero debes encontrar aquella que más os guste o que mejor se adapte a la receta que quieras preparar. Por ejemplo, si quieres hacerlas a la parrilla, la idónea es la Bratwurst, con sus más de 50 versiones, pero también son más que recomendables la Weisswurst o la Rostbratwurst.

Precocinadas o no

Algunas variedades de salchicha se venden crudas pero también encontramos otras preconizadas. Para prepararlas adecuadamente es muy importante distinguir las unas de las otras. Las salchichas precocinadas solo necesitan dorarlas un poco en la parrilla pero las salchichas crudas necesitan un poco más de cocinado. Debemos tener en cuenta que han de hacerse por dentro sin que se nos quemen por fuera. Por tanto, es aconsejable cocinarlas a fuego lento y solo al final subir la intensidad para que la piel quede tostada. También puedes cocer brevemente la salchicha en agua caliente (no hirviendo pues se romperían) durante cinco o diez minutos. Cuando ya estén cocinadas por dentro, bastará con unos minutos en la parrilla para darle el punto y el ahumado perfecto.

Adiós a los pinchazos

Aunque es una costumbre muy arraigada, bajo el pretexto de que nos estalle la piel, lo cierto es que no deberías pinchar la piel de la salchicha con un tenedor o cuchillo mientras se asa. Este gesto hace que los líquidos salgan de la salchicha, perdiendo jugosidad y sabor y el resultado es una trozo de carne embutida seca e insulsa.

Si quieres evitar que la piel se abra, es mucho mejor untar la salchicha con un poco de aceite antes de ponerla en la parrilla.

Un toque crunchi

Puede que te parezca una excentricidad pero si pintas o untas tu salchicha con un poco de cerveza la llevarás a otra dimensión culinaria. Conseguirás una piel extra crujiente y un sabor mucho más intenso.

Formas de cocinado a la parrilla

Si eres un fan de la parrilla hay varios métodos para concitar las salchichas que les darán un toque diferente:

• Con cortes. Es el mejor método para que queden más crujientes. Solo tienes que hacerles cortes en forma de escamas, en cruz o en espiral. Además de quedar mucho más apetitosas, resultan mucho más originales. Si te encanta el crujiente pero quieres que la salchicha quede jugosa, te recomendamos el corte en espiral o el corte en forma de libro. Pero, si tu máximo objetivo es que la salchicha quede muy jugosa, te aconsejamos que las hagas enteras a la parrilla y a ser posible, precocidas.
• Abiertas en forma de libro. Hacemos un corte longitudinal a lo largo de cada salchicha y la abrimos como un libro. Para cocinarlas, calienta la sartén a fuego alto y dispón cada salchicha abierta primero por la parte interior y luego por la piel para que quede dorada.
• Sin cortar. Es la forma más habitual y solo tienes que tener la precaución de untarlas con un poco de aceite para que no se abran. Se cocinan a fuego medido-alto, para que el interior no quede crudo, dándoles la vuelta de vez en cuando para que se doren por todas partes.

Reposo

Para que queden perfectamente cocinadas y puedas disfrutar de todo su sabor, es recomendable dejar que reposen unos minutos (tapadas) después de retirarlas del fuego. Por una parte acabarán de cocinarse en su interior y por otra se templarán para que puedas disfrutar de todo su aroma y particular sabor.

Otras formas de cocinado

Sin lugar a dudas, la forma más habitual de cocinar las salchichas es a la plancha o a la parrilla, pero también otros métodos originales y deliciosos. Nosotros te recomendamos tres:

• Al horno. El resultado es muy parecido a la parrilla. Solo tenemos que precalentar el horno a 200 grados durante 10 minutos. Ponemos nuestras salchichas sobre las rendijas de la bandeja de horno, asegurándonos de que no queden pegadas. Si no tenemos calor arriba y abajo, deberemos dar la vuelta a las salchichas cada 5 minutos para que se hagan de forma homogénea. El tiempo de cocinado será de unos 10 o 15 minutos.
• A la cerveza. Para esta elaboración necesitaremos tantas salchichas como comensales, una cebolla dulce mediana, 200 ml de cerveza negra y una cucharada de mantequilla. Picaremos bien la cebolla y la pocharemos en la sartén con la mantequilla. A continuación incorporamos las salchichas y cocinamos dos minutos. Añadimos la cerveza, tapamos y dejamos que se cocinen a fuego medio durante 15 minutos. Sacamos las salchichas y doramos en nuestra parrilla. Servimos junto con la cebolla pochada.
• Salchichas sanchonadas. Ponemos en una olla las salchichas y añadimos agua hasta que las cubra. Cuando llegue al punto de ebullición bajamos el fuego y las dejamos cocinar durante 20 minutos. Si las salchichas son precocinadas, bastará con calentarlas en agua muy caliente pero sin que hierva. Extraemos de la olla y asamos a la parrilla para que terminen de cocinarse y se doren. Las volteamos de vez en cuando para que no se quemen y cuando estén bien doradas por todas partes servimos y ¡a disfrutar!