Mantener una alimentación saludable, variada y deliciosa en el trabajo es posible. Y no se trata de probar todos los restaurantes cercanos a tu oficina, simplemente necesitas un poco de planificación y seguir algunos consejos básicos que te ofrecemos en este post. Aunque tengas poco tiempo, no tienes por qué caer en platos rápidos, monótonos y poco saludables. Mantener una dieta rica, sana y equilibrada solo requiere de un poco de tu tiempo y de hacerte con algunas recetas fáciles pero no por ello menos saludables y apetitosas.

Claves de una comida perfecta en el trabajo

Lo ideal para hacer una comida saludable y nutritiva, pero que te mantenga activo para seguir trabajando sin tener que pasar por una siesta previa, es preparar platos únicos y equilibrados, que contengan todos los nutrientes necesarios para recargar tus fuerzas:

• Un plato sano y completo debería incluir hortalizas y verduras, proteínas de origen animal o vegetal, carbohidratos y una pequeña porción de grasas saludables. Y en cuento a los aliños, es mejor huir de salsas pesadas y optar por el aceite de oliva virgen extra (AOVE), condimentado con hierbas aromáticas o especias o aliños caseros.
• El almuerzo también es muy recomendable pero huye de bollería o productos procesados y aprovecha esa comida ligera a media mañana para incluir en tu dieta productos probióticos como aceitunas, pepinillos o yogures, frutos secos o alguna fruta.
• Anticípate. El ritmo de vida actual nos deja pocas horas libres, así que, para que el cocinado de tu menú laboral sea más sencillo, anticípate. Elabora un menú completo para toda la semana, compra todo lo necesario y a ser posible, intenta cocinar el fin de semana para que el día anterior solo tengas que añadir aquello más perecedero.

Tres ejemplos de recetas fáciles, sanas y deliciosas

Éstos son algunos ejemplos de recetas super fáciles de elaborar, muy ricas y que te aportan todos  los nutrientes necesarios para responder a las demandas laborales, manteniendo un rendimiento óptimo a lo largo de todo el día.

1. Ensalada de mango, aguacate y gambas

Es el plato idóneo cuando el calor comienza a apretar. Extremadamente sencilla de preparar, es super nutritiva y ligera y te cautivará por sus exóticos sabores.

Para elaborarla necesitaremos 1 mango, 1 aguacate, 8 gambas, 1/2 cebolleta, AOVE, el zumo de un limón y sal gruesa.

Elaboración:

Lavamos las gambas y las cocemos en una olla con agua y sal. Cuando el agua comience a hervir de nuevo las sacamos y las sumergimos en un recipiente con agua, hielo y sal gruesa, para cortar la cocción y que la gamba quede en su punto perfecto y las podamos pelar fácilmente.

Pelamos y cortamos el mango y el aguacate en rodajas. Picamos muy finamente la cebolleta y disponemos todos los ingredientes en un bol. Aliñamos con una vinagreta a base del zumo de limón, sal, pimienta (opcional) y un buen chorro de AOVE. Mezclamos con mucho cuidado.

Es aconsejable que te lleves todos los ingredientes cortados y el aliño por separado y que los mezcles en el último momento.

2. Ensalada alemana

Esta tradicional receta alemana es el perfecto ejemplo de comida completa, que recargará tus energías al tiempo que te deleitas con un delicioso plato.

Para elaborarla necesitaremos 5 patatas medianas, 5 salchichas de Frankfurt, pepinillos en vinagre, mayonesa casera, 1 cucharada de mostaza de Dijon o, 1 cucharada de mostaza en grano, 1 huevo duro, media cebolla morada, manzana y sal.

Elaboración:

Pelamos las patatas y las cocemos en abundante agua con sal. Al mismo tiempo podemos meter el huevo para que se haga duro. Lo sacaremos a los 10 minutos y las patatas en aproximadamente unos 30 minutos, dependiendo del tamaño.

Cuando las patatas estén tiernas, retiramos y dejamos enfriar. Cuando ya estén templadas pelamos y cortamos en datos no demasiado pequeños.

Por otra parte, cocemos las salchichas. Podemos hacerlas en agua o si queremos dar a nuestra ensalada más sabor, las cocinaremos a la plancha. Cuando se templen las cortamos en rodajas.

Mientras se cuecen nuestras salchichas pelamos y cortamos la cebolla y la manzana en trocitos pequeños. Picamos de igual forma los pepinillos.

Para aderezar la ensalada, hacemos una mayonesa casera a la que añadiremos una cucharadita de mostaza de Dijon y otra de mostaza en grano.

En un bol disponemos todos los ingredientes y mezclamos bien con la salsa. Dejamos enfriar en la nevera.

3. Muslos de pavo a la cerveza

Si te gusta comer de caliente esta receta te va a encantar. Además de ser muy fácil de elaborar, es muy ligera y super sabrosa.

Para elaborarla necesitaremos 4 muslos de pavo, 3 cebollas, 1 lata de cerveza, 50 g d harina, 6 cucharada de AOVE y pimienta molida.

Elaboración:

Salpimentamos los muslos de pavo y los pasamos por harina. En una cazuela calentamos las seis cucharadas de AOVE y doramos nuestros muslos. Retiramos y reservamos.

En la misma cazuela pochamos a fuego suave las cebollas, cortadas finamente en juliana. Cuando estén trasparentes, añadimos los muslos y la cerveza y cocinamos a fuego suave durante 15 minutos con la cazuela destapada para que espese la salsa.

Servimos bien calientes, cubriendo los muslos con la salsa.

Si no te gusta que la salsa tenga tropezones podemos pasarla por una batidora. Y si quieres darle un toque de sabor extra, también puedes añadir a nuestro guiso zanahorias.

Si acompañas nuestros muslos de pavo con un poco de arroz blanco, tendrás un completísimo y delicioso plato único.