Recetas para cenas ligeras, sabrosas y muy fáciles de preparar

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Recetas para cenas ligeras, sabrosas y muy fáciles de preparar

Mucho calor y pocas ganas de pasarnos largas horas entre fogones. Éstas dos circunstancias son tan típicas del verano como la playa, los helados o un buen gazpacho. Precisamente éste último podría ser y de hecho es, el entrante perfecto para una típica cena veraniega. Y es que de esta última comida del día nos vamos a ocupar hoy.

Cuando el calor aprieta, nos apetecen cenas refrescantes y ligeras pero no por ello menos sabrosas. Y si además son sencillas de preparar y requieren el mínimo tiempo indispensable para elaborarlas, habremos conseguido la perfección. Ensaladas, cremas y sopas frías, pescados y fruta o sorbetes son los platos más indicados para las noches más calurosas del año pero, por si estás falto de ideas, a continuación te damos algunas recetas originales que pueden servirte de inspiración.

Ensalada de sandia y mozzarella

Una ensalada bien fresquita es el entrante perfecto para una cena de verano. Para elaborar esta deliciosa y sencillísima receta necesitaremos una sandía pequeña y a ser posible sin pepitas, un pepino, un guindilla, una cebolla, una lata de anchoas, 200 g de mozzarella en bolitas, aceite de oliva virgen extra (AOVE), un limón, sal y pimienta.

Elaboración: pelamos y cortamos la sandía en cubitos del tamaño de un bocado. La disponemos en una fuente. Lavamos la guindilla y el pepino. Picamos la porción de guindilla que vayamos a necesitar (según la tolerancia al picante). Cortamos la cebolla en juliana fina y añadimos todo a la sandía.

Cortamos el pepino en rodajas y escurrimos las perlas de mozzarella. Añadimos a la ensalada. Quitamos el exceso de aceite de la lata de anchoas y picamos la mitad. Las restantes las pondremos por encima justo antes de servir. Rallamos medio limón y añadimos a la ensalada. Salpimentamos y aliñamos con un buen chorro de AOVE. Si te gustan las hierbas frescas, como el eneldo, el perejil o la hierbabuena, puedes incorporarlas en hojas o bien picadas (según tu gusto). Mezclamos con mucho cuidado, para que la sandía no se parta y añadimos las anchoas reservadas por encima.

Ensalada de cuscús, con albaricoque y queso feta

Esta super nutritiva y sabrosísima ensalada puede ser un plato único perfecto para una cena veraniega, pues nos aporta todos los nutrientes fundamentales. Para elaborarla necesitaremos 200 g de cuscús, 5 albaricoques, 20 tomates cherry, 250 g de queso feta, 250 g de atún en aceite de oliva virgen extra, un puñado de aceitunas (las que más os gusten pero sin hueso), AOVE, vinagre o limón, sal y pimienta.

Elaboración: medimos el cuscús con un vaso o taza y ponemos a remojo en un vol con la misma cantidad de agua, a temperatura ambiente, con una pizca de sal. Removemos y cubrimos con un paño hasta que se hinche o ablande (de 20 a 30 minutos). Mientras, cortamos los albaricoques en gajos y los tomates por la mitad. Preparamos una vinagreta con el aceite del atún (si es escaso añadimos un chorro de AOVE), vinagre o limón, sal y pimienta al gusto.

Cuando el cuscús esté listo, escurrimos y disponemos en una fuente o ensaladera. Agregamos la fruta, los tomates, el atún, las aceitunas y el queso feta y añadimos la vinagreta. Mezclamos bien y dejamos enfriar en la nevera.

Tartar de langostinos, mango y aguacate

El tartar de cualquier pescado o marisco es el segundo plato idóneo cuando suben las temperaturas. Hoy innovamos utilizando langostinos en lugar del típico de atún o salmón.

Para elaborar esta receta necesitaremos 250 g de langostinos, 2 aguacates, un mango grande, una cebolleta, salsa de soja y semillas de sésamo.

Elaboración: ponemos agua a hervir y escaldamos durante 30 segundos los langostinos, para que no se rompan al cortarlos pero queden casi crudos. Dejamos enfriar y los pelamos y cortamos en daditos. Los ponemos en un bol y regamos con salsa de soja y semillas de sésamo. Picamos la cebolleta muy menuda y añadimos a los langostinos. Pelamos el mango y lo cortamos en daditos y por último hacemos lo mismo con los aguacates.

En el plato en el que lo vayamos a servir ponemos un anillo especial para tartars y vamos poniendo capas de langostinos, mango, langostinos y aguacate sucesivamente, hasta rellenar el anillo. En el momento de servir, extraemos el molde y podemos acompañar nuestro tartar con tostaditas muy finas con un chorrito de AOVE y sazonadas con polvo de sésamo.

Ensalada de pollo asado con frambuesas

Esta completísima ensalada no solo está llena de contrastes sino que puede ser el mejor ejemplo de cocina de aprovechamiento. Si ayer te sobró pollo asado, en tan solo unos minutos tendrás la cena perfecta. Para su elaboración necesitaremos unos 200 g de ese pollo (si no tienes sobras de pollo, puedes utilizar dos pechugas a la plancha), 50 g de espinacas frescas, 50 g de rúcula o canónigos, 100 g de frambuesas, almendra laminada al gusto, un rulo de que cabra, un pimiento rojo asado o del piquillo, un apio, 30 ml de AOVE, 2,5ml de vinagre de jerez o manzana, 2,5 ml de zumo de lima (o limón), pimienta negra molida y sal.

Elaboración: cortamos el pollo en tiras no demasiado finas. Tostamos las almendras laminadas en una sartén con un poco de AOVE. Lavamos y escurrimos todos los brotes y disponemos en una ensaladera. Lavamos con mucho cuidado las frambuesas y las dejamos escurrir. Quitamos los filamentos del apio y lo cortamos en cubitos muy pequeños. Troceamos el pimiento asado, sin piel ni semillas y desmenuzamos el queso de cabra. Añadimos todos los ingredientes a los brotes, excepto las frambuesas que son muy delicadas y añadiremos al final. Hacemos una vinagreta con el AOVE, el vinagre, el zumo de lima, la sal y la pimienta. Vertemos sobre la ensalada y removemos cuidadosamente. Añadimos las frambuesas por encima y servimos.

Sorbete de moras

Qué mejor final para una calurosa cena de verano que un sorbete de frutas. Nosotros hemos elegido el de moras, no solo por su increíble sabor sino también por su altísimo contenido en antioxidantes. Para elaborarlo necesitaremos 200 g de moras, 45 g de azúcar, 300 g de hielo y 60 ml de jugo de limón.

Elaboración: pon el hielo en el vaso de la licuadora o robot y tritura hasta obtener la consistencia de un granizado. Añade el limón, el azúcar y las moras y bate hasta que todos los ingredientes queden integrados pero se mantenga esa consistencia helada. Si prefieres prescindir del azúcar puedes sustituirla por el edulcorante que suelas utilizar. Y si es una cena de adultos, añade dos cucharaditas de brandy. El resultado te sorprenderá.

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