Si eres fan de la carne estás
de enhorabuena porque, más allá de modas u opciones dietéticas
personales, lo que nadie puede dudar es que el hombre es desde su origen
un ser carnívoro, que se beneficia y mucho de los
nutrientes que nos aporta este alimento. Contribuye a la regeneración
de los tejidos del cuerpo y es vital en la etapa de crecimiento, en el
mantenimiento del sistema nervioso o en la formación de glóbulos rojos.
Pero, por si todavía hay quien duda de las
bondades de un buen filete, hoy vamos a profundizar en los principales
beneficios de su consumo.
La carne, en concreto la carne
roja, es una buena fuente de hierro, elemento esencial en la formación
de hemoglobina y vital para el trasporte del oxígeno a la sangre. Este
mineral se encuentra en cantidades pequeñas
en nuestro cuerpo y por ello es necesario obtenerlo de la alimentación.
Histidina, isoleucina, leucina,
lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano, valina. Estos
son lo 9 aminoácidos esenciales y entre sus beneficios podemos destacar
su capacidad para revertir problemas neurológicos,
mejorar el sistema inmune, aumentar la capacidad de recuperación post
esfuerzo o mejorar ciertos parámetros de la composición corporal, como
la cantidad de masa muscular. Como pasa con el hierro, o bien nuestro
cuerpo los produce en mínimas cantidades o directamente
no los genera de forma natural. Por ello, es fundamental que consumamos
alimentos que, como la carne, nos porten las cantidades necesarias.
Este aminoácido es fundamental
para el trasporte de los ácidos grasos y ayuda en la producción de
energía. La carne es una de las principales fuentes de esta sustancia,
que se sintetiza en el hígado, los riñones y el
cerebro a partir de los aminoácidos esenciales. Prueba de la
importancia de la carnitina es que es uno de los principales
ingredientes de la mayoría de los suplementos que utilizan los
deportistas para mejorar su rendimiento.
Y ya que hablamos de
deportistas, el alto porcentaje de proteínas que contiene la carne la
convierte en el mejor aliado de todo aquel que hace deporte, ya que
podríamos decir que son la “gasolina” de nuestros músculos.
Es básica para la formación de las células y la regeneración del tejido
muscular.
La coenzima Q10, el selenio o
la beta-alanina que nos aportan las carnes ayudan a reducir el estrés
oxidativo y prevenir el daño celular. Otros minerales que contiene como
el magnesio, el selenio, el zinc o el potasio,
así como el ácido fólico, son especialmente importantes para la salud
de la mujer.
Esta vitamina es fundamental
para el correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso, ya que
contribuye a la formación de mielina. Además, participa en la formación
de la sangre y su deficiencia puede llegar a causar,
a medio o largo plazo, daño cerebral.
Si no quieres renunciar a todos
estos beneficios no olvides incluir la carne en tu dieta. Eso sí, su
consumo debe ser moderado (entre 2 o 3 veces por semana), mejor si
optamos por los cortes más magros y siempre como
parte de una dieta equilibrada.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.
ACEPTAR