Cinco salsas que llevarán tus salchichas alemanas a otra dimensión

Los cuatro mejores métodos para cocinar las salchichas perfectas
9 abril, 2024

Cinco salsas que llevarán tus salchichas alemanas a otra dimensión

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Parece que, si hablamos de salchichas alemanas, sus compañeros obligados son el ketchup o la mostaza de bote. Cierto es que el delicioso sabor de este producto germano necesita poco más para convertirse en todo un placer gastronómico, pero hoy te invitamos a innovar y elaborar tú mismo estas dos tradicionales salsas o incluso atreverte a preparar otras mucho más originales pero que se convertirán en el maridaje perfecto para llevar tus salchichas preferidas a otra dimensión.

1. Salsa de mostaza para la Oktoberfest

Aunque esta es una receta que el chef británico Jamie Oliver creó para acompañar las salchichas en la Oktoberfest, cualquier día del año es perfecto para disfrutarla con nuestras salchichas preferidas. Se trata de una sencillísima receta, elaborada con mostaza de grano entero y que marida perfectamente, tanto con las salchichas como con cualquier carne o plato de la gastronomía bávara.

Para elaborarla necesitaremos 115 g de granos mostaza negra, 115 g de granos de mostaza amarilla, 85 ml de cerveza (Jamie Oliver utilizar la británica pero puedes usar la que más te guste), 1 c/c de sal marina, 85 ml de vinagre de malta y un 1 c/s de miel.

Elaboración:

La noche anterior ponemos todas las semillas en un tazón grande y cubrimos con la cerveza. Tapamos con film trasparente y dejamos a temperatura ambiente hasta la mañana siguiente.

Escurrimos las semillas para que pierdan todo el líquido y trituramos la mitad de ellas. Cuando las tengamos trituradas mezclamos con el resto de las semillas.

Añadimos la sal marina, el vinagre de malta y la miel. Mezclamos bien y guardamos en un frasco hasta el momento de usarla

2. Kétchup casero

Probablemente muchos os hagáis la pregunta: ¿para qué trabajar si lo podemos comprar hecho? Pues bien, la respuesta es fácil: el ketchup casero no solo es mucho más rico sino también mucho más sano, pues prescindimos de colorantes, conservantes y otros aditamentos.

Para elaborar esta salsa, considerada como la más popular del mundo, necesitaremos 1 kg de tomates maduros, 1 cebolla, 1 pimiento verde, 1 diente de ajo, 50 g de azúcar moreno, 70 ml de vinagre de manzana, 3 g de sal, 3 g de pimentón dulce, 3 g de mostaza en polvo, una pizca de canela, una pizca de pimienta negra, una pizca de clavo molido (opcional) y una guindilla (si quieres darle un toque picante).

Elaboración:

Lavamos los tomates y el pimiento y los cortamos en trozos grandes. Los colocamos en un cazo grande antiadherente. Añadimos la cebolla en trozos y el diente de ajo pelado. Cocemos a fuego lento unos 40 minutos o hasta que todo esté tierno. Trituramos hasta obtener un puré muy fino.

Añadimos las especias, el azúcar y el vinagre y volvemos a poner a cocer a fuego bajo aproximadamente una hora. Removemos de vez en cuando para que no se pegue.

Pasamos a unos frascos esterilizados o un tupper hermético. Dejamos enfriar y tapamos. Al ser natural deberemos conservarlo en el frigorífico.

3. Salsa barbacoa

Al igual que el ketchup, la salsa barbacoa casera es mucho más rica y saludable. Para elaborarla necesitaremos 1 cebolleta, 15 g de azúcar moreno, 1 diente de ajo pelado, 30 g de ketchup, 15 g de tomate concentrado, 15 g de salsa Worcestershire, 30 g de miel, 10 g de pimentón dulce (si te gusta el picante puedes utilizar pimentón picante), 15 ml de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra.

Elaboración:

Calentamos el aceite de oliva en una sartén y sofreímos en él la cebolleta picada muy menuda y el diente de ajo, junto con el azúcar moreno. Cuando comience a caramelizar, salpimentamos y retiramos del fuego. Añadimos el ketchup, el concentrado de tomate, la salsa Worcestershire, la miel y el pimentón Mezclamos bien y trituramos hasta que quede una crema fina.

4. Salsa de nueces

Esta sabrosísima salsa es perfecta para cualquier carne y por tanto, también marida perfectamente con cualquiera de las tradicionales salchichas alemanas. Para elaborarla necesitaremos 150 g de nueces con cáscara, 2 chalotas, 500 ml de caldo de carne o de pollo casero, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 15 g de harina, 1 diente de ajo, sal y pimienta negra.

Elaboración:

Pelamos las nueces y las tostamos ligeramente en la sartén. Picamos la chalota y el ajo y los pochamos a fuego lento en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva virgen. Salpimentamos y añadimos una cucharada rasa de harina, removiendo hasta que se dore y pierda el sabor crudo. Agregamos el caldo casero y las nueces, mezclamos bien y llevamos a ebullición. Bajamos el fuego y cocinamos durante cinco minutos más. Trituramos la salsa con una batidora o robot de cocina hasta conseguir una consistencia cremosa. Si nos queda demasiado espesa podemos añadir un poco de caldo.

5. Salsa de frutos rojos

Para los amantes de los contrastes esta es, sin duda, la salsa ideal para acompañar a tus salchichas preferidas. Dulce pero con un toque ácido es la perfecta combinación entre oriente y occidente. Para elaborarla necesitaremos 150 g de cebolla blanca, 30 g de azúcar, 80 g de frutos rojos o del bosque, 100 ml de vino de Oporto, 200 ml de caldo de verduras, pimienta negra molida, sal, aceite de oliva virgen extra y 15 g de mantequilla.

Elaboración:

Pelamos y cortamos la cebolla muy fina. Calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva en la cazuela y pochamos la cebolla con el azúcar a fuego suave, durante unos 10 minutos o hasta que caramelice. Si tapas la cazuela, la cocción será más rápida y uniforme.

Añadimos los frutos rojos y subimos el fuego. Cuando comience a hervir regamos con el vino y dejamos reducir. Añadimos el caldo y volvemos a dejar que alcance el punto de ebullición. Cocemos durante 10 minutos a fuego medio y trituramos. Pasamos por el chino o colador y rectificamos de sal y pimienta. Añadimos la mantequilla y removemos hasta que se funda y se integre en la salsa.

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