Acción de Gracias es el gran evento familiar por antonomasia en los Estados Unidos, incluso por delante de las Navidades o la cena de fin de año. Es el día en que todos los miembros de todas familias americanas se reúnen para agradecer todo lo que tienen y se convierte en todo un acontecimiento gastronómico. Una tradición eminentemente norteamericana, que ya ha saltado el “charco” para hacerse un hueco en muchos hogares de Europa y Oriente.

Si te animas a unirte a esta celebración, hoy te enseñaremos a preparar las tres recetas indispensables en todo menú de Acción de Gracias que se precie: el pavo relleno, el “mashed potatoes” o puré de patatas y el pastel de calabaza.

Pavo relleno

Es el plato estrella de la noche. Una laboriosa elaboración, que requiere de tiempo, buenas materias primas y mucho mucho cariño. Para prepararlo necesitaremos 1 pavo, 1/2 kg de carne picada de ternera y cerdo, 200 g de cebolla, 100 g de jamón, 200 g de ciruelas pasas, 100 g de miga de pan, 1 vaso de leche, 1 vaso de vino de jerez, 1 vaso de vino blanco, caldo de pollo, sal, mantequilla y pimienta.

Elaboración:

Lo ideal es comprar el pavo ya deshuesado. Para que quede mucho más tierno, un día antes lo pondremos a macerar con vino de Jerez.

A continuación, ponemos la miga en un vol con leche para que se hidrate. Pelamos la cebolla y la cortamos muy finamente. En una sartén con un poco de mantequilla la pochamos hasta que quede trasparente pero sin quemarse. Agregamos el jamón en taquitos y rehogamos. Añadimos la carne picada y seguimos rehogando. Cuando esté dorada la carne incorporamos la miga de pan y las ciruelas pasas (también podemos añadir los frutos secos que más nos gusten picados). Retiramos y reservamos.

En una bandeja con papel absorbente ponemos el pavo deshuesado y lo rellenamos con el preparado anterior. Lo pintamos con mantequilla y lo introducimos en el horno, precalentado a 180 grados, durante dos horas. Cada 15 minutos lo regaremos con el jugo que suelte y con un poco de caldo de pollo.

Sacamos del horno, retiramos el pollo de la bandeja y ponemos todos los jugos que ha soltado, junto con el vino y el caldo en una sartén a fuego medio. Agregamos una cucharada de maicena para que espese y cocinamos hasta obtener una crema muy ligera.

Servimos el pavo en una fuente (acompañado del puré de patata, cuya receta os daremos a continuación) y la salsa a parte, para que cada comensal añada la cantidad que desee a su porción de pavo.

Pure de patatas con armoma a puerro

Aunque en los hogares americanos el pavo se acompaña del sencillo puré de patatas, esta receta, con un toque de puerros, cada día gana más adeptos. Para prepararla necesitaremos 1/2 kilo de patatas, 2 dientes de ajo, 2 hojas de laurel, 1 ramita de romero, 1/4 de puerro, Aceite de Oliva Virgen Extra, caldo de pollo o verduras, sal pimienta y mantequilla.

Elaboración:

Puedes hervir las patatas hasta que estén tiernas pero te recomendamos que las ases en una fuente con una base de caldo, el ajo y el laurel, para que tengan más sabor, a 140 grados unos 30 minutos.

Quitamos la parte verde al puerro, lavamos y troceamos la parte blanca, que pondremos a cocer en un cazo con agua y mantequilla.

Pelamos las patatas y las ponemos en un cuenco grande. Las aplastamos con un tenedor. Si queremos darle más sabor, agregamos una ajo pelado y una cucharada de mantequilla y trituramos todo hasta conseguir la textura deseada.

Ponemos nuestro puré en un cazo y añadimos el puerro cocido. Salpimentamos. Regamos con un chorrito del caldo de la cocción del pavo o con el caldo de pollo o verduras. Mezclamos bien y servimos junto con el pavo asado.

Pastel de calabaza

Es el postre que no puede faltar en ninguna mesa de Acción de Gracias. Para elaborarlo necesitaremos 150 g de galletas María, 60 g de mantequilla, 200 ml de nata, 450 g de queso Philadelphia, 1/4 cucharada de nuez moscada, 240 g de azúcar, 1 cucharada de canela, 3 huevos, 400 g de puré de calabaza asada y almendras.

Elaboración:

Preparamos un molde redondo para tartas desmoldadle, engrasándolo o forrándolo con papel para horno.

Colocamos las galletas María en un bol y las machacamos. Cuando estén totalmente trituradas, añadimos la mantequilla a temperatura ambiente. Mezclamos bien y extendemos sobre el molde, cubriendo totalmente el fondo.

En otro bol incorporamos el queso, el azúcar , la canela y la nata y mezclamos hasta conseguir una textura ligera y sin grumos. Añadimos los huevos, uno a uno y seguimos mezclando. Cuando estén totalmente integrados incorporamos el puré de calabaza. Agregamos la nuez moscada y unas cuantas almendras picadas (opcional). Vertemos en el molde y horneamos a 180 grados durante unos 25 minutos o hasta que al pincharla no deje residuos.

Un poco de nata o helado de vainilla o mantecado son los compañeros perfectos de esta deliciosa tarta.