Conseguir que los más pequeños de la casa coman de todo es uno de los grandes retos a los que se enfrentan todos los padres. Los sabores nuevos o las texturas diferentes producen un inicial rechazo que muchas veces podemos evitar, simplemente, consiguiendo que un plato tenga una apariencia divertida y les entre antes por los ojos que por la boca. Y es en esta misión en la que contáis con un gran aliado: el Trampantojo. Una técnica que consigue “engañar” a la vista haciendo que un plato parezca otra cosa. Una manera de disfrazar recetas saludables, estimular el paladar y conseguir así que tus hijos se alimenten de manera variada y equilibrada.

Hoy os damos algunas ideas de meriendas nutritivas e hidratantes que, además, son tan fáciles de preparar que hasta los más peques os podrán ayudar y pasar así una divertida y diferente tarde de juego y cocinado.

Pulpos de salchicha

Si a tu peque no le gusta demasiado la carne, con esta divertidísima receta le proporcionarás el aporte de proteínas que su metabolismo necesita para seguir creciendo y desarrollándose.

Para su elaboración solo necesitarás una o dos salchichas por cabeza (cualquiera de las variedades de Picken resultarán deliciosas) y acompañarlas con la guarnición que más agrade a tus pequeños. Arroz blanco, pasta corta, puré de patatas o patatas fritas pueden ser el perfecto acompañamiento de nuestros pulpitos.

Prepararlos es facilísimo. Solo tienes que cocinar las salchichas en una sartén hasta que estén doradas. Después, realizamos cuatro cortes desde un extremo, de manera longitudinal, dejando una cuarta parte de la salchicha sin cortar.

Os debería haber quedado como si la salchicha tuviera una cabeza de la que salen ocho patitas. Emplatamos poniendo debajo el acompañamiento que hayas elegido y sobre él colocáis nuestro púlpito, con las patas abiertas haciendo un círculo. Con tomate frito, ketchup o trocitos de zanahoria podéis simular los ojos.

“Chocolate con churros” de verduras

Si tus hijos se resisten a comer verduras os aseguramos que este trampantojo de chocolate con churros obrará el milagro.

Para el “chocolate” necesitaremos un calabacín, un diente de ajo, una hojita de laurel, un poco de tomillo, una morcilla de cebolla o de Burgos y medio litro de caldo de verduras.

Para elaborar los “churros” necesitaremos medio litro de agua, 270 g de harina, 5 huevos, 180 g de mantequilla, 120 g de copos de puré patata, aceite de oliva y sal.

Para su elaboración, preparamos primero la crema de morcilla. Pochamos la cebolla con el ajo, el laurel y el tomillo en una sartén con aceite de oliva. Cuando haya pochado añadimos el calabacín en dados y la morcilla desmigada y freímos ligeramente.

Agregamos el caldo hasta cubrir y cocemos durante 6 minutos. Trituramos, pasamos por el chino y rectificamos de sal.

Para las churros, calentamos el agua en un cazo junto con la mantequilla y cuando rompa a hervir añadimos la harina y el puré de patata. Mezclamos bien y dejamos enfriar. Cuando pierda temperatura agregamos los huevos uno a uno y vamos mezclando hasta que queden totalmente integrados.

En una sartén grande ponemos abundante aceite para freír nuestros “churros”. Metemos nuestra mezcla en una manga pastelera con boquilla de estrella y vamos formando los churros sobre la sartén en aceite bien caliente. Cuando estén dorados los sacamos y emplatamos, como no podía ser de otra forma: el “chocolate” en su taza y los “churros” a su lado.

Migas de coliflor

Otra sencilla receta que, con la apariencia de uno de nuestros más tradicionales platos elaborado con pan, te ayudará a introducir la coliflor en la alimentación de tus hijos.

Para elaborarla necesitarás una coliflor, 1/2 cebolla, 3 dientes de ajo, 100 g de taquitos de jamón, 50 g de bacon en tiras, 1 cucharadita de pimentón, aceite de oliva, sal y 4 huevos.

Primero, lavamos y rallamos la coliflor (puedes hacerlo con un rallador o picarla en un robot de cocina). Debe quedar picada pero en trocitos no demasiado pequeños.

En una sartén ponemos aceite de oliva virgen extra y pochamos cebolla picada, junto con unos ajos laminados y cuando comience a dorarse, añadimos el jamón y el bacon picado. Cocinamos un minuto todo junto y agregamos la coliflor, el pimentón y la sal. Cocinamos unos diez minutos, rectificamos de sal y emplatamos acompañando nuestras “migas” con uno o dos huevos fritos.

“Huevos con patatas” dulces

Esta receta está especialmente dedicada a aquellos niños que no quieren ver la fruta ni en pintura. Un “huevo” y unas “patatas” muy saludables, facilísimas de preparar y super divertidas.

Para su preparación solo necesitaremos un yogur natural, un melocotón y una manzana (puedes utilizar cualquier otra fruta que pienses que tu hijo comerá con más facilidad).

Comenzamos pelando el melocotón y la manzana y cortando ésta última en gajos a modo de patatas fritas. Extraemos el hueso del melocotón y lo cortamos en dos mitades. Emplatamos vertiendo el yogur natural con cuidado para que simule la clara del huevo. Sobre él colocamos el medio melocotón a modo de yema y al lado añadimos un montoncito de nuestras dulces “patatas”.