Qué es la dieta flexitariana y qué beneficios aporta a nuestro organismo

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Qué es la dieta flexitariana y qué beneficios aporta a nuestro organismo

Se alimentan básicamente de verduras, frutas y hortalizas, pero no son ni veganos ni vegetarianos. De hecho, los flexitarianos comen también huevos y lácteos y van todavía más allá: de vez en cuando y solo de vez en cuando, se permiten caer en la tentación de la carne y el pescado y para más inri, sin remordimiento alguno. En resumen, la dieta flexitariana es para aquellos que por salud o convicción quieren reducir el consumo de proteína animal, sin renunciar a un capricho esporádico.

Esta nueva dieta nació en Estados Unidos, en la década de los 90 y apareció negro sobre blanco, por primera vez, en el menú de la reputada chef Helga Morath. Aunque seguramente muchos, sin saberlo, ya la practicábamos, lo cierto es que en nuestro país ha tardado en conocerse como tal y vino de la mano de los foodies, en forma de saludable alternativa nutricional, que no obliga a renunciar a nada. A grandes rasgos, ya te podrías hacer una idea de lo que es y supone esta dieta pero, por si hemos despertado tu curiosidad, vamos a entrar en detalle.

En qué consiste la dieta flexitariana

La base está en lo vegetal. Los flexitarianos basan su dieta en hortalizas y verduras, que combinan con legumbres, germinados, frutos secos, cereales integrales, tubérculos, algas o semillas.

En la frecuencia está la diferencia. Como hemos dicho, frutas, verduras, legumbres y cereales son la base de esta dieta, pero también es frecuente que acompañen estos alimentos de huevos o lácteos y de manera puntual de carne o pescado. Más o menos, podríamos decir que el 80×20 es la regla que siguen los flexitarianos. El 80 % de sus comidas son vegetarianas y un 20 % consumen productos de origen animal. Pero este 20 % está totalmente permitido, no se trata de vegetarianos que se saltan la “prohibición” y “traicionan” a su dieta.

La flexibilidad como máxima. La principal ventaja de esta dieta es que se pueden diseñar los menús a gusto del consumidor, pero lo más habitual es que se incluyan dos pequeñas porciones de carne y pescado a la semana. Eso sí, a diferencia de las dietas abiertas, en la flexitariana estos productos aparecen como acompañamiento de las verduras u hortalizas, no al revés. Además, los flexitarianos se suelen decantar por carnes blancas y pescado. Y en cuanto a los huevos o los lácteos se pueden consumir de manera habitual, aunque en pequeñas proporciones.

Las semillas son protagonistas. Los flexitarianos son las fans número uno de las semillas. Son saciantes, contienen fibra saludable, que no solo combaten el estreñimiento, sino que también mantienen a raya el colesterol. Y por si esto no fuera bastante, aportan ácidos grasos Omega 3 y Omega 6, aportan minerales y le dan un delicioso sabor a cualquier plato.

Apuesta por lo ecológico. El flexitariano rechaza la explotación animal masiva y el impacto ambiental negativo que ocasiona el consumo de piezas animales. Por ello, elige productos de pesca sostenible, opta por carne de origen ecológico y con certificado de bienestar animal y prefiere vegetales de agricultura ecológica.

Beneficios de la dieta flexitariana

Efecto cardioprotector. Al ser pobre en grasas saturadas y rica en ácidos grasos omega 3, esta dieta protege tanto tu corazón como tu sistema circulatorio.

El aporte en fibra, antioxidantes hidratos de carbono complejos e integrales, vitaminas y minerales, contribuye a prevenir patologías crónicas y reduce el riesgo de padecer cáncer de colon.

La abundante ingesta de frutas y verduras se traduce en más energía, un sistema inmunológico más fuerte y una piel más luminosa.

La ingesta de huevos, lácteos, pescado y carnes, aunque sea de manera esporádica, aporta proteínas y vitaminas de las que carecen los vegetarianos o veganos.

En línea sin pasar hambre. A diferencia de otras dietas, la flexitariana no pone freno a la cantidad de alimentos que comes pero, la reducción de la ingesta de carnes grasas, suele traducirse en una pérdida de peso que se mantiene en el tiempo.

Sin contraindicaciones. Esta dieta está indicada a cualquier edad y, por tanto, es fácil que una familia entera, desde los hijos a los padres e incluso los abuelos puedan seguirla.

La dieta flexitariana supone un importante ahorro, ya que la inversión en carnes y pescados es mínima.

Esta dieta es respetuosa con el medioambiente y protege el ecosistema de la sobre explotación que origina el consumo de productos de origen animal.

Ya sea por salud o por rechazo a la explotación animal masiva o el impacto medioambiental, la dieta flexitariana es una perfecta opción para todos aquellos que quieren disminuir el consumo de carne, pero sin prohibiciones absolutas. O puede ser el primer paso para convertirse en vegetariano o vegano. Y, en cualquier caso, sería una gran elección para todos aquellos que quieren alimentarse de forma saludable pues es, seguramente, una de las más equilibradas.

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