Descubre los deliciosos dulces típicos de la Navidad en Alemania

Disfruta de los mercadillos navideños alemanes y sus mejores productos
18 diciembre, 2024

Descubre los deliciosos dulces típicos de la Navidad en Alemania

Si pensabas que, más allá de los mercadillos, la decoración o el vino caliente, la Navidad alemana tenía poco más que ofrecer, estás muy equivocado. Estas fiestas son el mejor escaparate de las deliciosas tradiciones culinarias germanas, que reflejan la rica diversidad cultural del país. Capítulo a parte merecen las infinitas recetas de platos principales navideños, pero hoy nos vamos a centrar en los dulces más típicos y deliciosos.

En concreto en tres de los más tradicionales y que no faltan en ninguna mesa en el país germano en estas fiestas: las galletas de Navidad o Plätzchen, la galleta o torta de jengibre (lebkuchen) y el Stollen o pan dulce de Navidad. Tres ejemplos de una de las aficiones preferidas de las familias alemanas: amasar y hornear dulces durante el Adviento y la Navidad.

Galletas de Navidad (Plätzchen)

Hay casi tantas variedades como familias. Con chocolate, mermelada, mantequilla, almendras, nueces, coco, mazapán, anís o vainilla. Todos los miembros de la familia se implican en la elaboración de estas galletas, en lo que se considera toda una liturgia de inicio del Adviento en Alemania. Compartir una tarde haciendo galletas es una de las más arraigadas tradiciones germanas.

Algunas son muy fáciles de hacer y pueden convertirse en uno de los mejores pasatiempos para los más peques de la casa pero, si no te da la vida, también puedes comprarlas en cualquier pastelería, panadería e incluso supermercado y son deliciosas.

Tradicionalmente se toman a media tarde como merienda, acompañadas de una taza de té, ponche caliente o Glühwien, el vino caliente con especias tan típico de la Navidad alemana.

Como hemos dicho, existen infinidad de variedades pero nosotros destacaremos tres:

  • Spekulatius de mantequilla (Butterspekulatius). Están hechas a base de mantequilla y azúcar y contienen también algunas especias típicamente navideñas, como la canela, el cardamomo y el clavo.
  • Las medias lunas de vainilla (Vanillekipferl). Son las clásicas galletas que hacían las abuelas, a las que se les agrega un toque de vainilla y tienen una consistencia muy suave que hace que se derritan en la boca.
  • Las estrellas de canela (Zimtsterne). Son la perfecta combinación del sabor de las almendras, la canela y el azúcar. Un lujo para el paladar al que se une una sorprendente consistencia: jugosas por dentro y tiernas por fuera.

Galleta o torta de jengibre (Lebkuchen)

Podríamos decir que estas galletas son las responsables del característico aroma de la Navidad alemana. De consistencia densa y olor intenso, se elaboran con canela, anís, cardamomo, jengibre, cilantro, nuez moscada y clavo. Se endulzan con miel y al contener poca agua, leche o grasa se pueden conservar mucho tiempo.

Hay infinidad de variedades, pero una de las más populares y con denominación de origen protegida es la Lebkuchen de Nuremberg, el producto estrella del mercadillo tradicional de Navidad de esta ciudad Bávara.

Este dulce tiene más de cinco siglos de historia y difícilmente podrás encontrar un hogar alemán que no las disfrute alrededor del árbol y acompañado de una bebida caliente y reconfortante.

Y si todavía no te haces una idea de cómo es esta galleta, solo tienes que acudir al más reconocido cuento de los hermanos Grimm, Hansel y Gretel y recordar la casa de la bruja del bosque, que estaba hecha de Lebkuchen y golosinas.

Pan dulce de Navidad (Chirststollen o Stollen)

Este pan simula la forma del niño Jesús en pañales y es probablemente el dulce navideño de mayor tradición en Alemania. De hecho, su origen se remonta al siglo XIV y ha evolucionado hasta convertirse en un auténtico símbolo alemán. Se trata de un pan alargado, elaborado con levadura, mantequilla, fruta, almendra y muchas pasas y se cubre de azúcar glas.

Es el dulce muy sabroso, aromático y saciante que puedas probar. Su origen lo encontramos en la Edad Media y el más conocido y tradicional es el que se elabora en Dresde.

Si quieres probar el auténtico Stollen, con denominación de origen y sello de garantía, solo tienes que visitar el mercadillo navideño de esta ciudad, la capital de Sajonia. Allí se celebra el “Stollenfest”, donde se elabora un Stollen gigante que puede llegar a pesar varias toneladas.

Y es que, te recomendamos comprarlo, porque se trata de una elaboración especialmente laboriosa, no apta para principiantes. Una vez amasado y horneado, el Stollen necesita un largo tiempo de reposo, antes de que podamos consumirlo y para conservarlo en perfecto estado debemos guardarlo en un lugar fresco y sin humedad.

Puedes encontrarlo de diferentes variedades, según esté relleno de manzapán (muy diferente al español), frutas confitadas, almendras, nueces o semillas de amapola.

Si lo pruebas por primera vez es posible que te resulte algo seco, pero si lo acompañas del tradicional vino caliente (Glühwein), conocerás el auténtico sabor de la Navidad alemana.

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