La cultura culinaria alemana es mucho más que sus tradicionales salchichas, el delicioso codillo o los panes especiales. En el país germano encontramos innumerables recetas a base de carne, que suelen ir acompañadas de exquisitas guarniciones. Una perfecta combinación de sabores y texturas que nos permiten sumergirnos en esta riquísima gastronomía.
Seguramente, la chucrut es la guarnición más famosa de Alemania, pero ni mucho menos es la única o la más sabrosa. Como muestra, hoy os ofrecemos las recetas de otros cuatro acompañamientos tradicionales germanos que son una auténtica delicia.
Esta guarnición de sabor intenso, a base de col rizada, es además muy rica en antioxidantes, fibra y vitaminas. Es por ello uno de los acompañamientos más saludables con los que puedes acompañar tus salchichas o cualquier otra carne.
Para elaborarla necesitaremos 500 g de col rizada, 10 g de manteca o aceite, 50 g de tocino o panceta, 1 cebolla, 1/8 litro de caldo de carne, 1 cucharadita de café de mostaza, 500 g de patatas, 6 cucharadas soperas de leche, 1 yema de huevo, 20 g de mantequilla, nuez moscada en polvo, sal y pimienta.
Preparación:
Separamos las hojas de col rizada del tallo grueso y las ponemos a cocer en agua hirviendo durante un minuto. Las sacamos y las pasamos rápidamente por agua fría. Cortamos las hojas de col en tiritas finas.
Derretimos la manteca en una olla grande. Sofreímos la cebolla picada muy fina y el tocino, cortado también en trocitos pequeños. Agregamos la col rizada y cubrimos con el caldo de carne. Aliñamos con la mostaza y tapamos la olla. Cocinamos a fuego lento, hasta que esté tierna pero firme.
Por otro lado, pelamos las patatas , las cortamos a cubitos y las cocemos durante unos 20 minutos o hasta que estén blandas. Escurrimos y ponemos en un recipiente junto con la leche, la yema de huevo y 20 gramos de mantequilla. Agregamos sal, pimienta y nuez moscada al gusto y pasamos por el pasapurés.
En una fuente, colocamos la col rizada y sobre ella, con una manga pastelera, añadimos el puré en forma de serpentina. Ponemos por encima unos trocitos de mantequilla y horneamos a 200 grados durante 20 minutos o hasta que esté dorado.
Podríamos decir que es la pasta alemana. Originaria de la región de Suabia, es similar a los ñoquis, pero se prepara con huevos y se cuece en agua con sal.
Para elaborarla necesitaremos 400 g de harina de trigo, 4 huevos, 200 ml de agua, sal y nuez moscada.
Preparación:
Ponemos en un cuenco la harina tamizada. Incorporamos los huevos, la nuez moscada y la sal al gusto. Vamos agregando el agua caliente poco a poco, mientras mezclamos suavemente la pasta.
Dejamos reposar la masa unos minutos, para que se pueda manipular mejor y la volcamos sobre una jarra con pico para que sea más fácil distribuirla.
Ponemos una olla con agua a hervir.
Introducimos la masa en una manga pastelera y vamos cortando con un cuchillo o tijera en trozos del tamaño de un ñoqui. Los ponemos ha hervir en el agua salada en diferentes tandas, para que no se apelotonen. Cuando suban a la superficie los sacaremos.
Escurrimos bien y echamos un poco de aceite para que nos se peguen.
Esta típica guarnición alemana se suele servir con carne asada, estofados o platos de caza. Se trata de unas bolas de masa, que se pueden preparar con patatas o pan.
Para elaborarlas necesitaremos 500 g de patatas, 1 cucharada rasa de harina y otra de maicena, 2 huevos, 1 cebolleta fresca, 200 g de bacon, 100 g de queso rallado en polvo, perejil picado, mantequilla, sal, pimienta y nuez moscada.
Preparación:
Hervimos las patatas sin pelar y cuando estén cocidas, las pelamos, salamos y aplastamos con un tenedor. Agregamos el huevo batido y la harina y mezclamos bien, hasta obtener una masa suave. Añadimos también sal, pimienta y especias al gusto.
Cortamos la cebolla muy fina y salteamos junto con 150 g de bacon picado. Lo añadimos a la masa y mezclamos.
Agregamos el queso y si vemos que ha quedado poco compacto, podemos añadir más harina y un poco de pan rallado. Nos humedecemos un poco las manos y vamos formando unas albóndigas medianas. Las vamos echando poco a poco en agua hirviendo con sal y cuando suban a la superficie, las dejamos cocer 3 minutos más antes de sacarlas.
Las retiramos y las dejamos secar sobre papel absorbente. Se pueden tomar tal cual o salteadas en una sartén con un poco de mantequilla, para que se doren y tengan más sabor. Para decorar, rehogamos el resto de bacon y lo ponemos por encima de las albóndigas, con un poco de queso en polvo y perejil picado.
En este caso el ingrediente principal de nuestra guarnición es la col roja. La Rotkohl se suele servir con codillo o el típico rollo de carne alemán, pero está exquisita con cualquier tipo de carne.
Para elaborarla necesitaremos 2 cucharadas de mantequilla, 5 tazas de col morada rallada (350 g), 125 g de manzanas verdes rebanadas, 80 ml de vinagre de manzana, 3 cucharadas de agua, 50 g de azúcar, 2 cucharaditas de sal, 1/4 de cucharadita de pimienta negra molida y 1/4 de cucharadita de clavos de olor molidos.
Preparación:
Colocamos la mantequilla, la col, la manzana y el azúcar en una olla grande y vertemos el vinagre y el agua por encima. Sazonamos con sal, pimienta y clavos.
Calentamos a fuego medio- alto hasta que rompa a hervir, reducimos el fuego a bajo, tapamos y cocinamos hasta que la col se suavice (entre hora y media y dos horas).
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