Cuando de salchichas alemanas se trata, lo primero que nos viene a la cabeza es el perrito caliente. Sin duda, ésta sea, seguramente, la forma más popular y mundialmente extendida de comer este típico producto germano, pero cocinar correctamente este tipo de salchichas es mucho más que hervirlas, asarlas o cocinarlas en el microondas. De hecho, existen múltiples preparaciones. Podemos sanchonarlas, asarlas en el horno, gratinarlas, hacerlas a la parrilla, ahumarlas o cocinarlas con todo tipo de ingredientes y acompañamientos. Por lo tanto, aunque este producto es sencillo y rápido de preparar, para que estén perfectamente cocinadas, jugosas y conserven todo su sabor y aroma requieren de cierto mimo y paciencia.
La primera decisión a tomar antes de cocinar nuestras salchichas es cuál, entre la infinidad de tipos, es la más adecuada para nuestra preparación o es la que más nos agrada. Su grosor, longitud, color o sabor son factores a tener en cuenta, dependiendo de cada preparación. Nuestra recomendación es que, si tenéis cerca alguna carnicería especializada, os dejéis aconsejar por vuestro carnicero. Pero, si no es así, en nuestros mercados y supermercados contamos con una amplia variedad de salchichas alemanas de gran calidad.
Como hemos dicho, existen multitud de métodos para cocinar las salchichas alemanas, pero nosotros hoy nos vamos a centrar en cuatro:
Podría parecer que se trata tan solo de hervir las salchichas, pero es importante la forma en la que lo hacemos. Para comenzar, si hemos elegido salchichas frescas, las introducimos en una olla, sin que estén superpuestas y las cubrimos con agua. Ponemos a fuego alto, hasta que comiencen a hervir y cuando lleguemos al punto de ebullición, bajamos el fuego, para que no se rompan las salchichas. Las cocinamos durante 20 minutos.
Sacamos las salchichas del agua, las dejamos escurrir y calentamos una parrilla con unas gotas de aceite. Cuando esté bien caliente ponemos las salchichas y las acabamos de cocinar durante unos cinco o diez minutos, volteándolas de vez en cuando para que nos queden doradas pero no se quemen.
En el caso de que hayamos elegido salchichas precocinadas, solo hará falta que las calentemos, antes de asarlas a la parrilla.
Este método de preparación es uno de los más populares en Alemania y sin duda, merece la pena probarlo. Para elaborarlo necesitaremos tantas salchichas como comensales (al menos una por cabeza), una cebolla blanca mediana dulce, 200 ml de cerveza negra y una cucharada de mantequilla.
Iniciamos la elaboración picando la cebolla en cuadraditos pequeños. En un sartén penemos la cuchara de mantequilla y dejamos derretir a fuego medio hasta que cubra toda la base. Añadimos la cebolla y la removemos hasta que se impregne bien. Introducimos nuestras salchichas y las dejamos que se cocinen durante unos dos minutos. Les damos las vuelta y dejamos dos minutos más. Agregamos la cerveza negra, tapamos y dejamos que se cueza a fuego medio durante unos 15 minutos. Transcurrido este tiempo sacamos las salchichas de la sartén y cocinamos en una parrilla, precalentada previamente, entre 5 o 10 minutos (dependiendo del grosor de las salchichas). Vamos volteándolas aproximadamente cada minuto. Mientras tanto, escurrimos la cebolla y cuando nuestras salchichas estén bien cocinadas, las emplatamos junto con la cebolla pochada.
Es la forma más sencilla de preparar unas perfectas salchichas alemanas, que conservarán todo su sabor, aroma y jugosidad. Para elaborarlas, solo tenemos que precalentar el horno a 180 grados, durante unos 10 minutos aproximadamente. Disponemos las salchichas en una bandeja que tenga rendijas, asegurándonos de que las salchichas no quedan apelotonadas y cuentan con espacio suficiente entre ellas, para que queden perfectamente cocinadas por todas partes.
Las horneamos durante unos 15 o 20 minutos, volteándolas cada cinco minutos para que se hagan de manera homogénea y no se quemen. Transcurrido este tiempo, sacamos las salchichas y las degustamos con un poco de mostaza o con el acompañamiento que más nos guste.
Tal vez esta preparación merecería capítulo a parte, pues más que un método de cocinado es una de las recetas más populares en Alemania, especialmente en la región de Munich. Pero, creemos que por su sencillez y exquisito sabor merece un espacio en este breve repaso a las diferentes formas de cocinar las salchichas alemanas.
Para elaborarla, necesitaremos 4 salchichas grandes tipo Bratwurst, un diente de ajo, 400 g de tomate triturado, una cucharada rasa de azúcar, una cucharada de vinagre de manzana, una cucharadita de mostaza, una cucharada de curry en polvo, aceite, sal y pimienta.
El primer paso es picar la cebolla y el ajo, que sofreiremos en una sartén con un poquito aceite. Cuanto tomen color, añadimos el tomate y dejamos que reduzca. Salpimentamos.
Añadimos el vinagre, la mostaza y el curry y mezclamos hasta que todos los ingredientes queden bien integrados. Cocinamos a fuego lento hasta que la salsa espese bastante y se oscurezca.
Mientras tanto cocinamos nuestras salchichas a la parrilla. Las cortamos en rodajas y las bañamos con la salsa. Espolvoreamos con un poco más de curry y servimos con patatas fritas.
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