Hablar de tradición culinaria y gastronomía alemana nos lleva irremediablemente a pensar en su infinita variedad de salchichas o cervezas, pero en lo que a comida y bebida ser refiere, Alemania es mucho, muchísimo más. Durante siglos, el imperio alemán estuvo conformado por un gran número de pequeños territorios y pueblos, orgullosísimos de una cultura y tradiciones que han guardado con mimo y conservado hasta nuestros días. Recetas, costumbres y peculiaridades “made in Germany” que creemos que vale la pena que conozcáis.
Peculiaridades de la cultura y gastronomía germana
- 1500 variedades de salchichas. Sin duda, la salchicha es el producto rey de la gastronomía germana. Cada región, cada pueblo y casi podríamos decir que cada familia, tiene su propia receta. Las variedades varían según el tipo de carne, de condimentos o de manera de elaborarlas. La mayoría se preparan con ternera y cerdo, pero su sabor especial depende del tipo de ahumado o de las especias que se utilizan en cada receta. Las más conocidas son la Frankfurt, la Bockwurst, la WeiBwurst típica de Múnich, la picante Burenwurst o la deliciosa Currywurst, una salchicha con curry tradicional de Berlín.
- “Ley de Pureza”. Que los alemanes son unos grandes consumidores de cerveza nadie lo duda. De hecho, con un promedio de 119 litros de cerveza por persona al año y un total de 1300 fábricas cerveceras, ostentan el “titulo” de subcampeones mundiales en lo que a beber cerveza se refiere, solo por detrás de los irlandeses. Pero en lo que seguramente suben a lo más alto del podio es en la devoción por esta bebida espumosa. De hecho, la pasión y el respeto que les merece los ha llevado a tener la única ley que versa sobre la cerveza: La Ley de Pureza. Una norma que establece que cada cervecera del país tiene la obligación de producirla solo con tres ingredientes: lúpulo, cebada y agua. Un mandato que cumplen a rajatabla los cerca de 5.000 tipos diferentes de cerveza que se producen en Alemania. Los germanos beben cerveza incluso para desayunar, pues aseguran que es muy buena para la digestión y, por tanto, puede ser la compañera perfecta para cualquiera de las comidas del día, sea a la hora que sea.
- Compartir es vivir. Los alemanes han llevado este tradicional dicho hasta sus mesas y no es extraño que en los restaurantes las personas se sienten en la mesa con perfectos desconocidos. De aquí la costumbre de muchos locales de disponer mesas muy largas en las que pueden compartir comida varios grupos de comensales sin ningún tipo de relación entre ellos. Ni si quiera hay que pedir permiso, si hay un hueco puede ocuparlo cualquier cliente o grupo que entre al local, sin que nadie se sienta extraño o incómodo por ello.
- En la variedad está el gusto. En Alemania es muy difícil probar el mismo plato en diferentes restaurantes o casas y que sepa exactamente igual. Y es que, cada familia o cada chef presumen de tener su propia receta de cualquier preparación tradicional y así podemos encontrar multitud de variantes de un mismo plato.
- Más cantidad y menos elaboración. Buena parte de la gastronomía tradicional alemana tiene su origen en lo que acostumbraban a comer los campesinos. Es por ello por lo que los alemanes prefieren platos sencillos pero abundantes que exquisitas y elaboradísimas recetas en platos diminutos. Las especialidades alemanas no se caracterizan por la variedad de ingredientes o la complicación de las recetas sino por la abundancia de los mismos.
- Los inventores de la comida rápida. Hay registros de que allá por el año 1140 ya se vendían en algunos lugares de Alemania, salchichas asadas con diferentes panes para llevar, en tabernas que abrían las 24 horas del día. Así que, se puede decir que los primeros “fast food 24/7” aparecieron en el siglo XII, en el país germano, para que todo aquel que tuviera hambre contara, al menos, con una salchicha con pan para llevarse a la boca, en cualquier momento del día o de la noche.
- Adictos al pan. Como hemos dicho, cuando pensamos en gastronomía alemana nos vienen a la cabeza las salchichas y la cerveza, pero tampoco deberíamos olvidarnos de otro producto indispensable en el país germano: el pan. De hecho, es el tercer alimento más consumido y lo consideran como parte fundamental de su cultura y tradición gastronómica. Los alemanes cuentan con más de 1200 variedades de pan tipo barra o bollito y cerca de 300 tipos de panes de molde.
- Producto de diferentes cultura e influencias. La gastronomía alemana varia absolutamente de una región a otra. Esto se debe a que está muy influenciada por el entorno cultural y social y por los países y regiones con los que comparte frontera. Por ejemplo, en regiones del sur de Baviera y Suabia se comparten muchas recetas y costumbres gastronómicas con sus vecinos suizos y austríacos, mientras que, en el oeste, el influjo proviene, sin duda alguna, de la cocina francesa.