Hacer de los tradicionales perritos calientes una comida saludable no solo es posible sino que además se pueden convertir en uno de tus mejores aliados para “darte un capricho” sin dejar de llevar una alimentación sana, nutritiva y equilibrada. Seguro que a esta altura ya tienes los ojos como platos…pero, si sigues leyendo, descubrirás que para conseguirlo solo tienes que sustituir algún ingrediente por otro no menos delicioso pero sí mucho más sano.
Empecemos por la estrella indiscutible de un perrito: la salchicha. Es fundamental que elijas una elaborada con ingredientes de primera calidad. Si no quieres fallar, nosotros te recomendamos cualquiera de nuestras deliciosas especialidades alemanas de Picken: desde la clásica Frankfurt a la sabrosa y especiada bratwurst o la riquísima bockwurst y muy especialmente la más ligera de nuestra gama, las salchichas de pavo.
Sin duda, el otro gran protagonista de un perrito es el panecillo. Normalmente se elaboran con harinas refinadas que, no solo están terminantemente prohibidas para aquellos que quieren adelgazar, sino también para los diabéticos y todo aquel que quiera llevar una alimentación sana. Además son muy pobres en fibra y normalmente ultraprocesados y cargados de azúcar.
Por tanto, olvídate del tradicional pan de perrito y busca uno que esté elaborado con cereales de grano completo o integrales. Además de ser muchísimo más sanos, otra de sus cualidades es que nos sacian mucho más y mantendrán tus hambre a raya durante mucho más tiempo.
Y si no te gusta el pan integral, otra opción es convertir tu perrito en un plato gourmet, sustituyendo el panecillo por pan cristal que además de ser exquisito es muchísimo más ligero.
Puede que no entiendas un perrito sin ketchup, pero te aseguramos que hay muchas opciones que harán que ni te des cuenta de que esta salsa repleta de azúcares y conservantes ha desaparecido de la tradicional receta. Una posibilidad es que lo elabores tú mismo. En Internet encontrarás una gran variedad de recetas para prepararlo sin azúcar. También puedes sustituirlo por tomate frito casero o una mostaza o mayonesa natural (mejor olvídate de las prefabricadas que incluyen miel).
En cuanto a los toppings, uno de los más frecuentes y que más gusta es la cebolla frita. No te pedimos que renuncies a ella pero sí que, en lugar de comprarla ultraprocesada y elaborada con aceites vegetales poco saludables y azúcar añadido, te tomes diez minutos para prepararla tú mismo. La puedes sofreír o pochar con aceite de oliva y dejar que se caramelice a la forma tradicional, sin azúcar. Y si no tienes tiempo, la puedes incorporar fresca, cortada en juliana. Resultará deliciosa y le dará un toque “crunch” que te va a encantar.
Si has seguido todos los consejos anteriores, seguro que ya tienes un perrito riquísimo, nutritivo y saludable. Pero, si eres de los que te gustan los sabores fuertes, te recomendamos que incorpores también pimientos crudos o vegetales como la lechuga o la col (también quedará exquisito con chucrut o col fermentada). No te aportarán a penas calorías pero sí mucho sabor.
Y por último, vamos a rizar el rizo, porque te proponemos unos originales ingredientes que no solo son saludables y ligeros sino que, por sus propiedades, te pueden ayudar a quemar unas calorías extra. Mostazas ligeramente picantes, chiles jalapeños o piña, darán trabajo extra a tu metabolismo y convertirán el tradicional perrito en una receta digna del blog “fit” más aplaudido.
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