Si para ti las salchichas alemanas son sinónimo de salchichas de Frankfurt o de perritos calientes, hoy te invitamos a descubrir la inmensa y deliciosa variedad de salchichas que se producen en el país germano. Más de 1.500 tipos diferentes, que se elaboran a partir de carne picada, tocino, sal y especias y se embuten en piel de tripa natural y en ocasiones artificial. En general se pueden agrupar en cuatro categorías: fresca o cruda, cocida, escaldada y la Bratwurst. Hoy te descubrimos algunas de ellas.

Bratwurst

Comenzamos con la más tradicional de las salchichas alemanas. Es una salchicha única, pues no encaja en ninguna de las categorías anteriormente citadas, ya que podemos encontrarlas crudas pero también precocinadas. Además, podemos encontrar infinidad de versiones de esta salchicha, pues cada región de Alemania tiene su propia versión, variando sus tamaños, condimentos o texturas. Habitualmente se elabora con carne picada de ternera y cerdo y se condimenta con especias. Se puede cocinar a la plancha o a la brasa y con un simple toque de mostaza resulta deliciosa.

Entre todas sus variedades, probablemente, las más conocidas son:

• Thüringer Rostbratwurst
• Nürnberger Rostbratwurst
• Coburger Bratwurst
• Fränkische Bratwurst
• Kulmbacher Bratwurst
• Nordhessische Bratwurst
• Wüzburguer Bratwurst

Salchichas cocidas o tipo Brühwurst

Son las llamadas salchichas escaldadas, ya que se elaboran mediante cocción en agua escaldada o en horno. A diferencia de las Bratwurst la carne esta cocinada. Ésta es su principal característica, ya que la mezcla de carne embutida se escalda a 70 grados centígrados, solidificándose y adquiriendo su característica textura crujiente.

Las salchichas más conocidas dentro de este grupo son:

• Wiener Würstchen (salchicha de Viena)
• Frankfurter Würstchen (salchicha de Frankfurt). Al igual que la Wiener se suele comer caliente o fría, asarse o hacerse a la parrilla.
• Weisswurst (tradicional salchicha blanca originaria de la zona de Baviera). Aromatizada con ralladura de limón, perejil, cebolla, jengibre y cardamomo, es muy sabrosa y los alemanes la suelen tomar para el desayuno.
• Bockwurst. Aunque fuera de Alemania creamos que los perritos se hacen con salchichas de Frankfurt, lo cierto es que ésta, la Bockwurst, es la variedad que se utiliza realmente para los hot dogs.
• Regensburger. Esta salchicha ahumada es probablemente una de las más saludables, ya que se elabora con carne de cerdo sin grasa y condimentada con sal y especias.
• Krakuer. Más allá de su gran tamaño, esta salchicha se caracteriza por contener deliciosos trozos de carne curada en su interior.

Salchichas frescas tipo Rohwurst

Podríamos decir que son la versión alemana de nuestro salchichón. Se elaboran a base de carne cruda de vaca, cerdo o cordero, tocino y especias.

Dentro de esta categoría podemos encontrar salchichas algo curadas con las que se puede hacer rodajas tipo aperitivo, como la salchicha Plockwurst, la Landjäger o la Zervelatwurst.

También podemos encontrar salchichas Rohwurst en fresco, blandas y untables, elaboradas con carne cruda molida finamente. La diferencia principal con las anteriores la encontramos en el tiempo de maduración, que es mucho más corto. En este grupo encontramos salchichas deliciosas como la Mettwurst, la Teewurst o la Schmierwurst.

Salchichas cocinadas tipo Kochwurst

Dentro de este grupo encontramos más de 350 variedades diferentes de salchichas. A diferencia de las anteriores, que se elaboraban con ingredientes frescos, en éstas ya están cocinados. Normalmente se preparan con carne de cerdo, hígado o lengua finamente picados, a los que se les añade gelatina.

Entre las salchichas tipo Kochwust encontramos:

• La Leberwurst. Elaborada a base de hígado (más del 10%) se puede untar en frío, recordándonos a un paté.
• Sülzewurst o queso de cabeza. Un delicioso embutido elaborado con cabeza de cerdo y gelatina, que se puede cortar en rodajas cuando está fría, pero que se derrite cuando se calienta.
• Blutwurst o morcilla. Como en el caso de las españolas, esta salchicha esta elaborada con sangre, pero la gran diferencia es su ingrediente principal: la corteza de cerdo. De un sabor intenso, mantiene su solidez incluso cuando se cocina, pero también se puede cortar y comer en frío.

Como veis, aunque podemos encontrar variantes de salchicha en casi todas las cocinas del mundo, lo cierto es que este producto es el gran protagonista de la gastronomía germana. Un abanico de infinitas y exquisitas variedades que os invitamos a descubrir. Seguro que os sorprenderá.