Si nos preguntan por alimentos típicamente alemanes, la respuesta generalizada no variará mucho de las salchichas, el codillo, el chucrut o el strudel de manzana. Pero ¿qué pasaría si añadimos a la cuestión la palabra “navideñas”? Probablemente pocos encuentren la contestación correcta. Hoy nos proponemos poner fin a esta “laguna” pues, no solo nos estamos perdiendo buena parte de la cultura y tradición germana, sino también exquisiteces y sabores que son todo un placer para el paladar. Tanto en Nochebuena como el primer y segundo día de Navidad, los alemanes preparan y degustan recetas tradicionales muy variadas, ya que cada región tiene sus propios platos y postres típicos.
Por ejemplo, en Bavaria es habitual que se sirvan salchichas blancas acompañadas de ensalada y patatas, en el norte de Alemania se ha puesto de moda la carpa o en las ciudades del sur se acostumbra a comer ganso o asado de cerdo o venado con repollo, manzanas asadas y ensalada de patatas. En cuanto a la bebida, el aguardiente de cerezas o kirsch gana protagonismo y en el capítulo del dulce, el pastel de Navidad o las galletas son protagonistas.
Si hemos conseguido abriros el apetito y despertar vuestra la curiosidad, a continuación, profundizamos en algunas de las recetas que no faltarán estos días en los hogares alemanes.
Aunque se ha puesto muy de moda en los últimos años, la tradición de comer carpa viene de la edad media, cuando este pescado de agua dulce era un buen recurso para cumplir el precepto religioso de no comer carne el día de Nochebuena. Además, teniendo en cuenta que Alemania cuenta con poca fachada al mar, conseguir peces de lagos era mucho más fácil y asequible. En el sur del país se suele comer en trozos y rebozada y se acompaña con ensalada de patata y en el norte es el ingrediente principal de un delicioso guiso. El pescado se cuece entero en una olla de una manera especial y se sirve de acompañamiento patatas cocidas.
Este es, sin duda, uno de los platos más tradicionales de toda celebración alemana. Por ello, existen casi tantas elaboraciones como familias, pues el secreto de cada receta pasa de generación en generación. Lo que sí suele ser común en todas ellas es que se cocine, como el pavo de acción de gracias, relleno de manzanas y cebolla y se acompañe con ensalada de patata o albóndigas de patata, puré de manzana y col fermentada (si normalmente se elabora con blanca en Navidad suele usarse más la col morada). En cuanto a la salsa, se compone de los jugos producidos al asar el ganso, junto con la cebolla que ha servido de “cama” a la carne y un buen vaso de vino.
El asado es un plato muy popular en Alemania y lo podemos degustar en muchos restaurantes durante todo el año. Lo podemos encontrar, como en el caso anterior, de ganso (especialmente en Navidad) pero también de cordero, pato, jabalí o venado. Este último es también muy habitual en las comidas navideñas. Se trata de una sabrosísima carne que se asa a fuego lento durante muchas horas, para conseguir que esté tierna y se sirve con rodajas de pera, spaetzle y coles de Bruselas.
Su origen es suizo pero estos platos se han extendido a Francia y Alemania y, aunque pueden degustarse durante todo el año, es muy común que se preparen en Navidad utilizando ingredientes más selectos, como un queso especial o sustituyendo la carne por pescado o marisco. La fondue se basa en una olla donde se derrite el queso, aceite o chocolate, en el que sumergirán trozos de carne, pan o fruta. En cuanto a la raclette, se trata de una especie de parrilla eléctrica en la que, en la parte superior se cocina la carne, las verduras o el pescado y por la parte de abajo se introducen unas paletitas con queso para que este se derrita. Después, suele ponerse sobre patatas cocidas y se come junto con la carne, el pescado o las verduras.
Este pan relleno de frutos secos es muy típico de toda Alemania, pero tiene su origen en Dresden. Su forma recuerda a un niño Jesús envuelto en pañales y está relleno de nueces, frutos secos y deshidratas y en algunas regiones se introduce también mazapán.
Se ha convertido en una de las tradiciones indispensables de la Navidad Alemana. Podemos encontrarla en multitud de formas y tamaños y con diferentes coberturas, pero su característica principal es que se elabora con jengibre y miel.
En cuanto a las bebidas, como hemos dicho, el licor de aguardiente o Kirsch es imprescindible para hacer una buena digestión… Pero también son clásicas las infusiones o tés a los que se les añade un poco de licor o ron. El vino caliente con canela y azúcar o miel es también es indispensable en todo hogar alemán que se precie durante estos días. Además de ser delicioso, se convierte en todo un aliado contra el frío. Otra bebida típicamente navideña es el ponche. Básicamente, es un vino tinto mezclado con clavos, canela, anís, piel de limón y de naranja.
Y cómo no, la cerveza no puede faltar en esta celebración. Durante la Navidad se consume fundamentalmente la Bock, una cerveza especial que solo se elabora en invierno, de color oscuro y muy fuerte sabor, pues contiene un alto grado de mosto y alcohol.
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