Si pensamos en gastronomía alemana, lo primero que nos viene a la cabeza son las salchichas, los deliciosos embutidos, los platos abundantes o las enormes jarras de cerveza artesana. Lo cierto es que no vamos desencaminados y uno de los iconos de esta contundente cocina germana es el Currywurst, una sabrosísima combinación de salchicha y salsa espaciada, que nació como simple comida callejera y se ha convertido en parte del alma cultural de la cocina de Alemania. En cualquiera de sus versiones, este plato es una deliciosa expresión de la historia, la creatividad y el espíritu de reinvención que caracteriza a la gastronomía del país centroeuropeo.

Origen del Currywurst

El origen de este plato se remonta a la posguerra alemana. Fue en Berlín, en 1949, cuando una mujer llamada Herta Heuwer mezcló por primera vez la salsa de tomate con curry en polvo y otras especias, creando una salsa única, que sirvió sobre una salchicha bratwurst cortada a trozos. Según la creencia popular, obtuvo esta receta de los soldados británicos destinados en la ciudad, quienes le enseñaron a utilizar ingredientes que no eran habituales en la Alemania de la época, como el curry.

El plato fue un éxito rotundo. Era barato, rápido de preparar y ofrecía un sabor totalmente nuevo a los berlineses. En poco tiempo, el Currywurst se convirtió en un símbolo de la recuperación alemana y hoy en día se venden alrededor de 800 millones de Currywurst al año en Alemania. Incluso existe un museo dedicado exclusivamente a esta receta en Berlín.

¿Cómo elaborar el perfecto Currywurst?

El Currywurst es básicamente una salchicha alemana (generalmente bratwurst o bockwurst) cocida o frita, que se corta en rodajas y se cubre con una salsa a base de ketchup o tomate frito, especiado con abundante curry en polvo. Se suele servir con patatas fritas o pan. Su simplicidad es una de las claves de su éxito, pero preparar el Currywurst perfecto requiere de tres elementos fundamentales: elegir la salchicha adecuada, elaborar una buena salsa casera y presentarlo de forma cuidada.

Ingredientes:

• 4 salchichas alemanas tipo Bratwurst o Bockwurst
• Aceite para freír o hacer a la parrilla
• 1 taza de ketchup (mejor si elaboras tú una salsa de tomate con menos azúcar y sin conservantes y estabilizares)
• 1 cucharada de pasta de tomate
• 1 cucharadita de azúcar moreno
• 1 cucharadita de vinagre de manzana
• 1 cucharada de curry en polvo (más un poco para espolvorear al final)
• 1/2 cucharadita de pimentón dulce (si te gusta, también puede ser ahumado)
• 1 pizca de comino (opcional)
• 1 pizca de pimienta negra
• 1/4 taza de agua
• Patatas fritas o panecillos
• Mayonesa
• Mostaza

Elaboración:

Comenzaremos preparando la salsa. En una sartén pequeña, calentamos una cucharada de aceite de oliva y añadimos la pasta de tomate. Cocinamos por uno o dos minutos, para quitarle el sabor crudo. Incorporamos el ketchup (o salsa de tomate casera), el vinagre, el azúcar, el curry en pavo, el pimentón, el comino y la pimienta. 

Agregamos el agua, poco a poco, hasta obtener una consistencia espesa pero fluida. Cocinamos a fuego lento durante 10 minutos, removiendo de vez en cuando. Ajustamos la sal y las especias al gusto.

Dejamos reposar y mientras cocinamos las salchichas. Agregamos un poco de aceite de oliva a una sartén o a la parrilla, hasta que las salchichas queden bien doradas por fuera. También hay quien las fríe para dares una textura más crujiente. Y si prefieres una opción más ligera, tienes la opción de hervirlas.

Montamos nuestro Currywurst cortando en rebanadas de 1 o 2 cm cada salchicha. Las colocamos en un plato y las cubrimos con una generosa capa de salsa bien caliente. Espolvoreamos con un poco más de curry en polvo por encima, para intensificar el sabor.

Servimos acompañado de patatas fritas crujientes o con un panecillo alemán tipo Brötchen (el típico pan de hamburguesa también te puede servir). Y si quieres que tu receta sea todavía más auténtica, añadiremos un poco de mostaza o mayonesa sobre las patatas, al estilo “pommes Schranke”, muy típico en algunas regiones alemanas. 

Un último consejo: si quieres preparar el Currywurst perfecto, no olvides que su secreto no está solo en los ingredientes. Es fundamental encontrar el equilibrio de sabores, entre el dulce, el ácido y el aroma de las espacias. También puedes experimentar con diferentes tipos de curry (madras, masala, picante, etc.) o incluso añadir un toque de salsa Worcestershire, para darle un toque personal a este tradicional plato germano.