Los
perritos calientes son, sin duda, una de las estrellas de la muchas veces mal
llamada “comida basura”. Si pensamos en Hot Dogs nos viene a la cabeza un
panecillo con una salchicha dentro y como mucho, mostaza y kétchup. Pero ¿y si
te dijera que en EEUU, el 26 de agosto, se celebra el día del Hot Dog? Es más ¿Sabías
que en este país existe un sesudo comité, dedicado a cuidar y profundizar en todo
lo referente al perrito caliente? Pues así es, el National Hot Dog and Sausage
Council (Consejo Nacional del Hot Dog y la Salchicha) vela porque tanto la
carne como el panecillo mantengan la calidad y tradición que ha hecho de los
Hot Dogs un orgullo patrio.
Por
todo ello, tal vez deberíamos dejar de menospreciar esta sencilla receta, que
ha saltado las fronteras del país norteamericano, para hacer las delicias de niños
y mayores de todo el mundo. Da prueba de ello un reciente artículo del huffingtonpost.com que analiza cómo
numerosas naciones de todo el mundo han adoptado el hot dog en su cocina,
reinterpretándolo y elevándolo, incluso, a la categoría de exquisitez.
Repasemos algunos de ellos:
- Hot Dog versión china. Los chinos han
adoptado el perrito caliente americano sin apenas variaciones en sus
ingredientes. Eso sí, existe una notable diferencia en el tamaño de las
salchichas, que en el país oriental son mucho más pequeñas. La razón: que los
orientales priman los hidratos de carbono en su alimentación sobre las proteínas
y creen que un panecillo tan pequeño como el de un perrito debe ir acompañado
de una salchicha de un tamaño acorde.
- Versión holandesa. Los holandeses
han tomado lo mejor del perrito y de una tradicional pizza y han creado lo que
podríamos llamar una “pizza-dog”. En cualquier rincón de la capital holandesa
puedes encontrar un típico snack, compuesto de una base de pizza coronada por
una salchicha. Una curiosa combinación pero, aunque no lo creas, está realmente
bueno.
- El Hot Dog Brasileiro. O ¿tal vez deberíamos
llamarle “sopa-hot dog”? Y es que en Brasil se le añaden tantos ingredientes
que bien podría cubrir las necesidades alimenticias de una familia completa.
Pimienta roja, pimienta verde, huevo duro, cebolla, maíz, guisantes, queso
parmesano o mayonesa. Ah! y las patatas fritas que no falten.
- Hot Dog a la italiana. En Italia el
perrito es definitivamente distinto y sin duda, uno de nuestros preferidos. Un
gran pan de brioche, relleno de salchicha cortada en rodajas y una gran dosis
de mayonesa, es todo un reflejo de las influencias francesas y alemanas que han
enriquecido la gastronomía italiana.
- Perrito coreano. Es, seguro, uno
de los más difíciles de digerir. Y es que, no contentos con la contundencia de
los ingredientes tradicionales, los coreanos rodean la salchicha con patatas
fritas. Hay quien dice que es una mala reinterpretación de las preferencias
culinarias de los americanos durante la guerra de Corea.
- Hot Dog a la sueca. Si los suecos son
conocidos por su diseño de líneas limpias, colores neutros y formas sencillas,
en lo que se refiere al perrito caliente se han ido al otro extremo. La receta
sueca es toda una amalgama de ingredientes como el pan tipo pita, la salchicha
estilo Bolonia, puré de patatas, mostaza, mayonesa verde y por si todo esto
fuera poco, ¡se corona con una ensalada de gambas por encima!
- Perrito nipón. En la capital
mundial del sushi, los perritos no iban a perder sus raíces marineras. Si pides
un Hot Dog en Japón ¡olvídate de la montaña! porque aquí cada ingrediente es y
sabe cien por cien a mar. Salchicha de marisco servida con sashimi de calamar,
natto (judías de soja fermentadas) y algas. Puede parecer una receta extraña pero
puede que te sorprenda para bien…
- Perrito Ruso. Podríamos
esperar que, dada la tradicional rivalidad y distancia física y cultural que
separa a Rusia de Estados Unidos, su perrito caliente fuera una versión
radicalmente diferente, pero ni mucho menos. El Hot Dog moscovita es una copia
idéntica del americano. Pan, salchicha, mostaza y kétchup.
Como
ves, la internacionalización del perrito ha hecho que existan tantas versiones
como países o tradiciones culinarias pero, puestos a quedarnos con uno,
nosotros os proponemos la versión Hot Dog made in Spain
o por lo menos, una de las recetas más acertadas que hemos encontrado en
nuestro país. Esta elaboración requiere del típico panecillo de perrito
caliente, eso sí ligeramente tostado por su cara interior, que untaremos con
nuestra tradicional salsa romesco. Cubriremos las bases de pan con hojas verdes
y sobre éstas colocamos las salchichas, previamente hervidas. Sobre ellas,
disponemos aceitunas cortadas en rodajas y gajos de tomate cherry, cerramos el
panecillo y ¡a disfrutar!
Y,
si admitís una última sugerencia, más allá del tradicional perrito con
salchicha de Frankfurt, podéis preparar un panecillo con cada una de nuestras
variedades Piken, como la Bratwurst, la Bockwurst e incluso la versión más
saludable de pavo. Una vez montado, siguiendo la recta anterior, cortáis cada
perrito en tres trozos y tendréis una original y deliciosa degustación, con la
que sorprender a vuestros amigos o familiares en cualquier comida o cena
informal.