Las salchichas, ya sean en sus versiones alemanas, españolas o en las innumerables reinterpretaciones que se elaboran en cualquier rincón del planeta son, sin duda, una de las estrellas de la gastronomía popular internacional. Pero, a pesar de esta popularidad, en pocos hogares se cocinan de la manera adecuada para realzar su sabor, sus propiedades, su jugosidad y las texturas diferenciadas que deberían caracterizar y distinguir su parte interior de la exterior. Tanto si eres un incondicional salchichero como si todavía las miras con recelo, te aconsejamos que sigas leyendo, pues en estas líneas te vamos a desvelar las claves del cocinado de la salchicha perfecta.

1- Fuera pinchazos

Existe la creencia de que antes de cocinarlas es necesario cortar o pinchar repetidamente cada salchicha para que no revienten, pero lo cierto es que al hacerlo le quitamos gran parte de su sabor. Si la salchicha es de calidad y el material en que se ha embutido es natural, basta con cocinarlas a fuego suave para que se vaya cociendo poco a poco, quedando crujiente por fuera y jugosa y sabrosa por dentro.

2-Nunca freidora.

La freidora es una de las grandes enemigas de la salchicha perfecta. Que sea un alimento fácil de elaborar no está reñido con que cuidemos su preparación para que queden en su punto. Si este es nuestro objetivo, la freidora debe ser desterrada pues, no solo no se cocinarán de manera homogénea por dentro y por fuera, sino que además añadiremos un exceso de grasa a nuestra preparación.

3- Mejor a fuego lento

Por mucha hambre que tengamos lo bueno se hace esperar. Así que mejor tomarnos el tiempo necesario y cocinar nuestras salchichas a fuego lento, pues de lo contrario no solo nos perderemos una delicia culinaria, sino que carbonizaremos el exterior mientras que el interior se quedará crudo. De hecho, los expertos aconsejan un cocinado de hasta 30 minutos a fuego muy bajo. Este método hace que la grasa de la carne se derrita suavemente y se caramelice dejando las salchichas crujientes por fuera y en su punto perfecto por dentro. 

4- En sartén o plancha

Como hemos dicho, a fuego lento, con una gotita de aceite para que no se peguen, nuestras salchichas se cocinarán en su propio jugo y además conservarán todas sus propiedades y estarán sabrosísimas. Y si quieres darles un extra de sabor, sustituye el aceite por un poco de mantequilla. Puede que no sea la mejor receta para conservar la línea, pero ¡te chuparás los dedos!

5- No las cuezas

Puede parecer una opción más saludable pero lo cierto es que lo único que conseguirás, si eliges esta elaboración, es restar sabor a tus salchichas y que adquieran un color blanquecino y una textura mucho menos apetitosa. Incluso si las vas a hacer en salsa te aconsejamos que, antes de incorporarlas a tu receta, las pases por la plancha o la sartén. Un pequeño turco con el que tu plato ganará en sabor y textura

6- A la parrilla, si primas la salud

La parrilla es una opción menos sabrosa que a la sartén o la plancha, pero más saludable. Este método de cocinado permite que la grasa vaya goteando y puedas eliminar parte de ella de tu salchicha.

Si sigues nuestros consejos, te garantizamos que tus próximas salchichas serán mucho más que ese socorrido plato al que recurrimos cuando no tenemos tiempo o ganas de pasarnos largo rato cocinando. Y no olvides que, si el modo de preparación es fundamental, no lo es menos que escojas salchichas de calidad contrastada como las deliciosas variedades Picken. Sin colorantes, fécula, lactosa, gluten, fosfatos o glutamato, nuestras recetas tradicionales son perfectas para todo aquel que quiera llevar una dieta variada y equilibrada, sin renunciar al sabor. A pesar de la mala prensa que han tenido tradicionalmente las salchichas, si eliges con cuidado los productos que incorporas a tu cesta, descubrirás que salud y sabor pueden ser compañeros perfectos de tu mesa.