Las salchichas son uno de los alimentos que han formado parte de la gastronomía internacional desde tiempos inmemoriales. Cada país, cada región e incluso cada casa, tiene sus propias recetas y existen pruebas escritas de su existencia desde Constantinopla, el imperio romano o la época medieval. Hoy en día se siguen elaborando salchichas en todo el mundo, pero es incuestionable que si hay un lugar conocido como el país de las salchichas ese es Alemania. Con más de 1500 variedades, los alemanes encabezan el ranking de consumo de salchichas y también su exportación, pues no hay rincón del mundo en que no podamos degustar alguna de sus variedades. Repasarlas todas sería tarea casi imposible, pero hoy vamos a conocer un poco más algunas de más populares.
Es la clásica entre las clásicas. Su receta se compone de carne picada de ternera y cerdo condimentada con especias y se suele cocinar a la plancha o a la brasa. Aunque, según donde la comas, se puede acompañar de diferentes condimentos, la tradición alemana manda que la mostaza dulce sea, junto con la salchicha, la única protagonista. Si la rebanamos y le añadimos salsa de curry, se convierte en toda una delicia de la tradición culinaria alemana: el famoso “currywurst”. Dentro de las bratwurst encontramos variedades diferentes como la Thüringer Rostbratwurst o Nürnberger Rostbratwurst. La primera añade a la receta original especias como la mejorana, el comino o el ajo. La Nürnberger se diferencia por su pequeño tamaño, como el de un dedo meñique, y ser suele servir de seis en seis, a la parrilla, con chucrut y papas con crema de rábano picante.
Su principal característica, a parte de su color rojizo, es que es crujiente. Se suelen elaborar con carne de res y se condimentan con ajo. En ocasiones también se ahúman. Para prepararlas se suele optar por freírlas o hacerlas a la parrilla y se acompañan con sauerkraut (el famoso chucrut o col agria) y mostaza. También puedes encontrarla acompañada de ensalada.
Si algo diferencia a esta salchicha, originaria de Frankfurt, es la variedad en los ingredientes para elaborarla. Podemos encontrarla de carne de cerdo, vaca, pollo, pavo e incluso, en algunas regiones alemanas, las preparan con pescado. En cuanto a los condimentos, la pimienta blanca y el pimentón son los más usados. Se sirve a modo de perrito caliente entre dos panes y mostaza Bock.
A diferencia de las anteriores, esta salchicha se elabora con carne escaldada a 70 grados centígrados. Por ello, se puede comer tal cual, pero normalmente, se cocina a la plancha, a la parrilla o se vuelve a escaldar para que se caliente. Es una de las más populares y cuenta con más de 800 variedades. Su receta consta de un 50% de carne magra, un 25% de grasa y otro 25% de agua. Entre las más conocidas variedades de Brühwurst encontramos la Wiener o salchicha de Viena, la Frankfurter, conocida como salchicha de Frankfurt o la WeiBwurst.
(Salchichas de Frankfurt). Se hace con mezcla de carnes de cerdo, ternera y tocino, se envuelve en tripa natural o de colágeno y se pasa por el ahumado para darle la profundidad aromática y gustativa que las caracteriza.
Como su propio nombre indica (WeiB, es blanco en alemán), la principal característica de esta salchicha es su color claro. Originaria de la zona de Baviera, se elabora con carne de ternera y tocino picada y se aromatiza con perejil, cebolla, limón y cardamomo. Se cocina a la parrilla o cocida en agua y tradicionalmente se pela y se acompaña de cerveza de la zona, pretzels y mostaza dulce.
Es la más popular en el norte de Alemania. Su principal característica es su tamaño. De 15 centímetros de largo y poco más de 2 de diámetro. Para su preparación, se pone la carne a punto de congelación y se tritura finamente, se embute en tripa natural y se ahúma en frío, dejándola que se cure al aire. Esta forma de prepararla permite que se coma en crudo y es por ello que suele usarse como aperitivo frío.
Se prepara con ternera y cerdo y se hierve. Antes de servirlas, se fríen para que el exterior quede crujiente y también ser sirve con chucrut.
Es similar a nuestra morcilla. Su principal ingrediente es la sangre de cerdo o vaca congelada y hay recetas que pueden incluir rellenos como carne, tocino, pan o avena. Se corta en rodajas y se come fría sobre pan.
Diferente a todas las demás, este embutido está aderezado con distintas frutas del bosque y espaciado con cardamomo y enebro.
Esta es solo una mínima muestra de la extensísima variedad de salchichas alemanas pero, si hemos conseguido despertar tu curiosidad por este producto, que va mucho más allá del “perrito caliente”, te recomendamos que pruebes cualquiera de las variedades Piken. La Bockwurst tradicional, picante o con queso; la Frankfurt o nuestra tradicional Bratwurst, pueden ser un perfecto aperitivo antes de adentrarte en el apasionante y exquisito mundo de la gastronomía alemana. Y no olvides que todas ellas se elaboran sin lactosa, gluten, glutamato o fécula.
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